Los corridos tumbados han conquistado las listas de popularidad en distintas plataformas de streaming a lo largo de este 2023. Exponentes como Natanael Cano, Peso Pluma o Junior H han alcanzado la fama gracias a sus controversiales composiciones y la fusión de sonidos característicos del regional mexicano con notas de trap o incluso Hip-Hop.
Aunque escuchar los aclamados temas se ha vuelto una constante en cada rincón del país, una avalancha de críticas se ha desbordado sobre el género por la presunta “apología al narcotráfico” que sus letras suelen contener.
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No obstante, más allá de gustos y prohibiciones, el regional mexicano ha quedado históricamente vinculado a la delincuencia organizada, un hecho que de acuerdo con el Doctor en Sociología, Luis Astorga, se explica por el perfil que comparten tanto los autores como los narcotraficantes.
"No es común que los narcotraficantes contraten compositores para inundar el mercado con canciones que resalten ‘sus hazañas’, reales o inventadas. Generalmente, los autores tienen el mismo perfil que los narcotraficantes: son gente con origen popular, con escaso nivel escolar y, por lo mismo, sus composiciones tocan fibras y valores propios de grupos sociales a los que pertenecen", se lee en un boletín del académico publicado en 2003 por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Con el paso de los años, el contexto violento en el que se ha visto sumergido México -y sobre todo el norte del país- se ha arraigado en el imaginario colectivo de sus habitantes, dando pie así al surgimiento de nuevos exponentes que en sus canciones reproducen una cultura que, guste o no, existe.
Las amenazas de muerte
Desde Chalino Sánchez hasta Valentín Elizalde o Jenni Rivera, a la delincuencia organizada también se le han atribuido las violentas muertes de algunos intérpretes de corridos o regional mexicano, una situación que se ha vuelto a avivar en días recientes con la cancelación de distintos conciertos en la ciudad fronteriza de Tijuana, Baja California.
Fue la tarde del pasado 2 de octubre cuando a través de redes sociales la agrupación Fuerza Regida anunció la suspensión de un concierto que planeaba realizarse en el Estadio Caliente de Tijuana luego de que en la ciudad apareciera un mensaje intimidatorio que advertía que esa sería la última presentación de su vida.
La amenaza fue presuntamente firmada por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y, aunque ninguna autoridad confirmó su autenticidad, la difusión fue motivo suficiente para que los intérpretes de TQM cancelaran su presentación.
Tan solo dos semanas antes, el fenómeno de los corridos tumbados, Peso Pluma, borró de su agenda un show que tenía previsto realizarse el 14 de octubre en el mismo recinto luego de que en distintos puntos de la ciudad aparecieran cartulinas y mantas con amenazas que lo tildaron de “irrespetuoso”. Dichos mensajes también fueron supuestamente firmados por el cártel de las cuatro letras.
"Nuestro objetivo es proteger a los fans y al equipo. Por la seguridad de todos los involucrados cancelaremos nuestro show en Tijuana. Muchas gracias a todos nuestros fans por entender. Los Amamos", publicó la disquera del intérprete de Por las Noches en sus redes sociales.
Pese a que las cancelaciones de Peso Pluma como Fuerza Regida han acaparado gran atención mediática por la popularidad adquirida en los últimos meses, lo cierto es que otros artistas -como Grupo Codiciado o Grupo Arriesgado- ya habían desertado de presentarse en la ciudad fronteriza de Baja California tras recibir amenazas.
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En el caso de la agrupación que encabezaba Panther Bélico, incluso sujetos armados realizaron detonaciones en una firma de autógrafos por lo que autoridades municipales intervinieron y cancelaron definitivamente su concierto.
La disputa del CJNG y el Cártel de Sinaloa en Baja California
No es un secreto que durante décadas, los estados de la República Mexicana que limitan con Estados Unidos han sido foco de interés para las distintas organizaciones delictivas cuyas actividades se concentran en el tráfico de drogas, armas o migrantes.
En el caso de Baja California, el Cártel de los Arellano Félix fue el grupo delictivo dominante durante años, no obstante, con la captura de sus principales líderes y el surgimiento de nuevos cárteles, la hegemonía en el estado ha cambiado.
De acuerdo con el informe Presencia del Crimen Organizado en México realizado por AC Consultores -obtenido tras el hackeo de Guacamaya a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y consultado por MILENIO- actualmente en Tijuana operan cinco grupos delictivos: el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Niño Serrano, Los Omegas y remanentes del Cártel de los Arellano Félix.
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Aunque cada célula ha reclamado su parte del negocio, son la organización delictiva que encabeza Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, y el también llamado Cártel del Pacífico las organizaciones que se disputan en mayor medida el control de la plaza de Tijuana.
La disputa entre ambos cárteles ha dejado a su paso violentos episodios como el llamado Cachanillazo, un rally realizado a finales de mayo en Ensenada que no solo dejó 10 muertos y 9 heridos sino que también expuso los conflictos internos de diversos grupos delictivos.
Y es que, para tener el control de las principales rutas de trasiego de drogas, tanto el Cártel de Sinaloa como el CJNG han buscado aliarse con grupos delictivos locales, muchos de los cuales formaron parte del Cártel de los Arellano Félix.
Desde Los Rusos -al mando de Ismael El Mayo Zambada- hasta Los Arzate, Los Cabos o Los Salazar -aliados de la facción de Los Chapitos-, protagonizan enfrentamientos armados ya no solo en Tijuana sino también en las principales ciudades del estado como es el caso de Mexicali o Ensenada.
La prevalencia del poder a través de los corridos
El investigador del Instituto de Investigaciones Sociales, Luis Astorga, sostiene que los corridos son "una manera distinta de abrir un abanico de posibilidades para investigar el narcotráfico" ya que constituyen un documento sociológico que permite identificar de manera indirecta la modificación de costumbres en el negocio ilícito. Es decir, es a través de la música que se reflejan fenómenos sociales con un lenguaje sencillo, popular, directo y fácil.
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Con dichos precedentes y el contexto del entorno violento de Baja California no es de sorprenderse que agrupaciones y solistas sean amenazados por presuntos miembros de la delincuencia organizada.
Y es que, como común denominador, tanto Peso Pluma como Fuerza Regida y Grupo Arriesgado contienen en sus repertorios corridos dedicados -o inspirados- en grandes capos pertenecientes al Cártel de Sinaloa, el rival más aguerrido de la organización delictiva de El Mencho en Baja California.
Frases como En la sangre traigo en 701 o la canción Igualito a Mi Apa' evocan a particularidades del cártel fundado por Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, así como a la facción que se encuentra en la mira de autoridades estadunidenses: Los Chapitos.
Aunque no existe información oficial que sustente que integrantes de la delincuencia organizada ordenaron componer dichos temas, con base a lo expuesto por el Doctor en Sociología, Luis Astorga, las letras son el reflejo del contexto bajo el cual crecieron no sólo los intérpretes sino también todo ese sector de la sociedad que ahora corea sus temas.
La premisa desestima también el argumento que autoridades de distintos estados y municipios han adoptado para prohibir los corridos tumbados en eventos públicos pues, aunque dejara de existir el género, el problema del narcotráfico, la violencia y las organizaciones delictivas continuarían existiendo.
Quienes proponen la censura apelan a la protección de la niñez y juventud de las influencias nocivas de los corridos; pero si esta lógica es llevada hasta sus últimas consecuencias, prácticamente se dejaría sin programación a la radio y la televisión.Sin embargo, el ser humano es mucho más complejo y no por escuchar el contenido de esta música, al día siguiente se va a comprar una ametralladora para convertirse en narcotraficante" explicó el investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM."
Aunque como producto cultural los corridos tumbados se han consolidado como un boom en la industria musical, lo cierto es que son un referente de un amplio y complejo contexto sobre el narcotráfico en México, el mismo país que vio nacer a los máximos exponentes del género que ahora son foco de amenazas.
ATJ