A partir del mes de julio del año 2013, fecha en que aparece el delito de feminicidio dentro del Código Penal y de Procedimientos Penales de Nuevo León, a diciembre del año 2019, suman en la entidad 194 asesinatos de mujeres tipificados como feminicidios, el 46.90 por ciento, es decir, 91 perpetrados con arma de fuego.
Mientras que, de los otros 103 crímenes, explicó la fiscal especializada en Feminicidios y Delitos Contra las Mujeres, Griselda Núñez Espinoza, 48 fueron cometidos con fuerza física, 28 con arma blanca, 16 con objeto no contundente, tres con sustancias químicas, y en ocho de los casos no está especificada el arma que se usó.
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En el 50 por ciento de los casos, dijo, ya tienen a las personas responsables siguiendo un proceso penal, mismo que puede durar de uno a dos años. Y, destacó, el 22 por ciento de los responsables purgan actualmente una condena.
A nivel nacional, aseguró, solo el uno por ciento de los feminicidios tiene una sentencia condenatoria.
Además, la funcionaria señaló que el 33 por ciento de las líneas de investigación, en general de los 194 feminicidios, el responsable está ubicado dentro de relaciones de confianza o violencia familiar, o antecedentes de algún tipo de violencia comunitaria, sexual, o laboral.
En el año en curso, explicó la fiscal, suman 10 mujeres asesinadas, ocho de esos casos tipificados como feminicidios y dos como homicidio doloso, ninguno de ellos de personas menores de edad; mientras que en el año 2019 fueron seis víctimas mortales de cero a 17 años.
Por otra parte, reconoció que “definitivamente” es importante que se destinen más recursos a la Fiscalía General de Justicia estatal, dado que, indicó, solo cuentan con 52 fiscales dentro de su área, los cuales tienen que dar seguimiento a más de 20 mil carpetas de investigación generadas por delitos contra la mujer.
Pareja de Kristal la atacó, una vez más, tras ser sentenciado
Acerca del caso de Italia Kristal, quien denunció en 11 ocasiones a su parea y hace unos días fue víctima de feminicidio en grado de tentativo, además de sufrir la amputación de un dedo, la fiscal Griselda Núñez Espinoza comentó que el agresor contaba con una medida cautelar.
Sin embargo, señaló, se le retiró el brazalete que portaba debido a la misma, tras obtener una sentencia condenatoria en el mes de enero de 3 años y dos meses, pero en el lapso en que se concretaba ese ordenamiento, fue que atacó de nuevo a su pareja.
“En el tema de medida cautelar, es mientras hay la cautela de un proceso judicial; él obtuvo una sentencia condenatoria, esta sentencia condenatoria implica una pena privativa de la libertad, es decir, son 3 años y 2 meses de prisión. Por lo tanto es una situación que tendría que valorar el área jurisdiccional de ejecución de sentencias, para que de esta manera se analice la reparación del daño y el cumplimiento de la pena corporal.“(Y estaba libre por) esa transición que se tiene en que se recibe la sentencia, el derecho que tiene el imputado para presentar la apelación de ésta, para efecto de que no sea detenido”, puntualizó.