Por años fue su objetivo central. Una de las piezas clave en la captura de José Antonio Yépez Ortiz El Marro, fue un poco conocido grupo especial de la Agencia de Investigación Criminal de Guanajuato, que cuenta con capacitación colombiana antiterrorismo.
Se trata del Grupo Especial de Reacción Inmediata (GERI) que es el equipo de élite de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato. Meses antes, su área de inteligencia se encargó de rastrear los movimientos del líder del cártel de Santa Rosa de Lima para lograr un operativo que pudieran ejecutar elementos del GERI con apoyo de las fuerzas armadas y que esta vez, no fallara.
El GERI es un grupo poco conocido por su nivel de especialidad y el sigilo de las operaciones que realiza. Cuenta con preparación, alta disciplina y adiestramiento para reaccionar de manera quirúrgica en operativos de alta peligrosidad.
En agosto de 2018, 30 agentes fueron capacitados por los Comandos de Operaciones Especiales y Antiterrorismo (COPES) de la Policía Nacional de Colombia para que pudieran ejecutar operativos de alta peligrosidad. Los COPES son considerados el grupo de seguridad de operaciones especiales con el curso más exigente y estricto de Latinoamérica.
Tiene un costo aproximado de 240 mil dólares que en el caso de Guanajuato, fue patrocinado por el gobierno de Estados Unidos como parte de los convenios que mantienen con el programa de Iniciativa Mérida.
Las capacitaciones se dividen en dos fases: una urbana que se basa en cómo operar durante situaciones críticas en tierra, trenes, buces y edificaciones; y una rural que de acuerdo a lo que explican los COPES es cuando “el alumno tiene que aprender a desarrollar maniobras de una patrulla (cuando el grupo de elementos va en fila) en el momento en que se entra en campos o territorios que son completamente dominados por contrarios”.
Este curso solo lo han aprobado el 70 por ciento de quienes lo cursan pues muchos de ellos no avanzan en los ejercicios o resultan lesionados. Para obtener esta certificación deben aprobar todas las pruebas que van desde velocidad, sigilo al momento de avanzar en zonas enemigas, coordinación con sus compañeros, entenderse con señas para no generar sospecha, saber responder a ataques, entre otros.
Los COPES han capacitado únicamente a 650 elementos de otros países entre ellos, los 30 mexicanos de las fuerzas de Guanajuato.
Por ejemplo, en el caso de operativos de secuestro, este grupo es el mejor capacitado para intervenir pues tienen conocimientos estrictos sobre cómo intervenir manteniendo a salvo a la víctima. Como sucedió incluso durante el operativo para aprehender a El Marro donde se encontraron a una empresaria de 52 años privada de su libertad.
Únicamente pueden participar por cada operativo entre ocho y 16 elementos. Cuentan con armas automáticas: rifles M4 calibre con mira holográfica; chaleco balístico de alto calibre; cargadores conocidos como “huevos de toro” por su peso de 150 kilos para almacenar más de 30 cartuchos con 30 balas cada uno; portan un escudo táctico y equipo especial para abrir cerraduras o romper chapas en caso de ser necesario.
Siempre viajan con un paramédico y sus unidades contienen una reserva del tipo de sangre de cada uno de los elementos que participan en el operativo, tienen un kit de emergencias para hacer un torniquete cuando reciben un balazo y mantenerse a salvo.
Son policías de carrera pero varios de ellos además, son investigadores o cuentan con otro tipo de especialidad. También algunos formaron parte del equipo de inteligencia de la Fiscalía local que cuenta con equipo de alta calidad y de última tecnología, incluso como el utilizado por la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), por los convenios entre Guanajuato y el gobierno estadounidense.
Este grupo se encomienda a San Miguel Arcángel a quien tienen bordado en el brazo derecho de su uniforme con la frase “Protégenos”. Es éste el santo que los protege por ser considerado “el que defiende en la lucha; el amparo de la perversidad y las acechanzas del demonio”.
ledz