Giovana y Mario 'N', acusados de asesinar a Fátima, pasaron su primera noche en el penal femenil de Santa Martha Acatitla y en el Reclusorio Oriente, respectivamente, después de que la madrugada de ayer un juez giró las órdenes de aprehensión contra la pareja por secuestro agravado y feminicidio.
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Anoche, justo a una semana de que Fátima era buscada por sus familiares, dio inicio la primera audiencia, que comenzó a las 21 horas en las salas de oralidad penal del Poder Judicial de la Ciudad de México, en la calle Dr. Lavista, colonia Doctores, donde un juez de control determinaría si su detención fue legal y la Fiscalía de General de Justicia realizó la acusación formal; hasta el cierre de esta edición el proceso continuaba.
Tras una espera de casi 40 horas, a partir de que fueron detenidos en el municipio mexiquense de Isidro Fabela por cohecho, los detenidos fueron trasladados del Centro de Justicia de Atizapán, en medio de un fuerte operativo policiaco que contó con la participación de personal de la Fiscalía General de Justicia capitalina, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y del Grupo Especial de la Secretaría de Seguridad del Estado de México.
El convoy, conformado por 10 camionetas, salió pasadas las 12:30 horas rumbo a la Fiscalía Antisecuestros, en la alcaldía Azcapotzalco; a la cabeza iba una unidad con efectivos, seguida de otra en la que viajaba Mario 'N' y en otra Gioavana, ambos con chalecos antibalas, cabizbajos y flanqueados por Policías de Investigación.
Ya en las instalaciones de la fiscalía, mientras le practicaban exámenes médicos y psiquiátricos a la pareja, afuera una muchedumbre lanzaba gritos de odio que continuaron hasta las 14:20 horas con la salida de la caravana rumbo a sus respectivos penales.
A la altura del Circuito Interior y la calzada Ignacio Zaragoza, la camioneta que ocupaba Mario tomó rumbo al oriente, mientras que la de Giovana avanzó hasta Ermita Iztapalapa.
La Subsecretaría del Sistema Penitenciario informó que la mujer ingresó al penal femenil de Santa Martha Acatitla a las 14:50 horas y su pareja llegó al Reclusorio Oriente 10 minutos después. Ambos, anunció, serán monitoreados por cámaras y custodios las 24 horas del día y permanecerán en zonas de acceso y tránsito restringido.
Previamente, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, aseguró que buscarán la pena máxima para los presuntos feminicidas; de ser encontrados culpables, pueden alcanzar una pena de 70 años por secuestro agravado y hasta 60 por feminicidio.
El proceso anoche vivió momentos decisivos con el comienzo de la audiencia inicial de ambos inculpados, que culminará con su posible vinculación a proceso.
Retira apoyo
Aunque por la tarde la penalista Angélica Urbina anunció que el despacho de abogados al que pertenece prestaría sus servicios de manera gratuita a Giovana para que tuviera un proceso justo, horas después anunció que renunciaba tras ser blanco de amenazas de muerte e insultos por parte de un grupo de personas que se manifestó afuera del reclusorio femenil, por lo que la presunta responsable del secuestro y muerte de Fátima cuenta con un abogado de oficio.
“Fueron amenazas de muerte. Ahorita que llegaron nos estuvieron diciendo groserías, insultos y sí es muy fuerte, ahora que la gente sabe que dejé el caso ya se hizo a un lado y entendió que solo prestaba mis servicios”, dijo por la noche en conferencia.
Otro eslabón del caso Fátima lo conforman los hijos de la pareja, con quienes, de acuerdo con Sheinbaum, se cumplieron los protocolos de atención y quedaron bajo el cuidado de la abuela paterna.
Sin embargo, el abogado penalista Camilo Constantino consideró que la autoridad local sí violó el protocolo de atención a menores, porque, para empezar, “ni siquiera” verificaron la identidad de la supuesta familiar.
A esta opinión se sumó Marcela Cruz, madre de Giovana, quien exigió al gobierno de la Ciudad de México le informe dónde, con quién y en qué condiciones están sus tres nietos, porque “hasta ahorita no sé nada de ellos, si los tiene el abuelo o la abuela, o si están con la tía”.
La mujer dijo temer por la integridad de los menores y pidió que le den la custodia para protegerlos, pues su padre los sometió a diversos episodios de violencia física y psicológica, incluso, aseguró que en una ocasión roció gasolina a su madre frente a sus hijos.
La madre de Giovana culpó a la fiscalía capitalina de lo ocurrido en el feminicidio de Fátima, ya que “no atendieron las denuncias de violencia” que hizo su hija contra Mario, “nunca la escucharon ni la tomaron en cuenta; creo que esperaban que fuera ya casi muerta para darle atención”, denunció.
Con información de: Selene Flores e Ignacio Alzaga
ledz