El cuerpo quedó tendido sobre el piso rodeado de casquillos percutidos. El estéreo del vehículo -aún encendido- reproduce un corrido tumbado, y son los uniformados grises los primeros en llegar: se trata de una representación visual de la realidad que enfrentan la Guardia Nacional en su papel como primer respondiente.
Es el curso de Formación Inicial, que concluyó este viernes en el Campo Militar de San Miguel de los Jagüeyes, Estado de México, con una escena sacada del día a día de los pixelados que estarán al frente de las tareas de seguridad pública.
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Ante guardias, comisarios y jefes, se ejecutó el correcto protocolo policial, desde la llegada al lugar del incidente hasta la entrega a las autoridades investigadoras.
Una representación que deja ver el adiestramiento y la preparación de estos jóvenes oficiales, y el deber ser de las actividades contra el crimen organizado.
En total, 173 suboficiales -60 mujeres y 112 hombres- todos recién egresados del Heroico Colegio Militar como licenciados en Seguridad Pública aprobaron este curso que incluye 29 materias, y que tiene como objetivo fortalecer lo que llaman “el espíritu de cuerpo” y unificar criterios para una correcta actuación policial.
En entrevista, Salvador Domínguez Hernández, Primer Subinspector del Centro de Servicios Especializados de Policía Militar, destaca que durante cinco meses, los participantes se capacitan para desempeñarse en funciones de seguridad pública en sus respectivas entidades federativas.
“Son gente que en promedio yo le pongo 23 años, y con mucho ímpetu, con muchas ganas de trabajar, con mucho sentido de pertenencia a la institución.
“No solo la formación del colegio militar, en la parte disciplinaria; se arraigan valores, la institucionalidad”, explica en entrevista.
En este centro de adiestramiento, Cynthia Itzel Hernández, Subagente de la Guardia Nacional es docente de este curso, y no deja pasar la importancia de la formación en materias de seguridad pública y derechos humanos.
“Ellos la verdad están muy entusiasmados, ellos realmente son personas muy profesionales en este curso. Son personas profesionales ya muy entusiasmados y con esa actitud de aprender”, agrega.
Y así es, la marcha firme de estos uniformados listos para ser los próximos mandos, muestran su entusiasmo y ganas de seguir adelante.
Cómo Luis Ángel Villascan, Suboficial, quien sabe bien su misión de contribuir a la seguridad y el bienestar de la sociedad, y la necesidad de tener un adiestramiento permanente.
“Me quedo con la satisfacción y el compromiso de continuar con el fortalecimiento orientado a la guardia nacional, para mí es un orgullo pertenecer a esta institución, y asimismo me siento comprometido con la misma”, dice en entrevista.
Familias, novias y amigos, muestran el respaldo para estos jóvenes que concluyen un círculo de formación, para cumplir con su misión de salvaguardar la vida, seguridad y derechos de las y los mexicanos.
“Le digo al gente: que se sienta confiada y nosotros somos gente profesional, ellos, al igual que nuestras familias, que se sienta confiada de que hay una institución de seguridad que va a ser para ellos”, advierte.
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HCM