Joaquín Guzmán López, uno de los hijos del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán—conocidos como Los Chapitos—manejaba el perfil criminal más bajo dentro de la organización, se ha involucrado en todos los negocios criminales que heredó de su padre e incluso se coordinó en una operación familiar para permitir el escape del líder del cártel de Sinaloa del Penal del Altiplano, en 2015.
Joaquín Guzmán López es el penúltimo de los cinco hijos de El Chapo, y miembro de Los Chapitos. Heredó el negocio del tráfico de cocaína y mariguana de su hermano Édgar, luego de que fuera ejecutado durante un tiroteo en Culiacán, Sinaloa.
Según una carta en poder del Buró Federal de Investigaciones 8FBI, por sus siglas en inglés) escrita entre 2014 y 2015, Los Chapitos fueron nombrados por su padre como los herederos de su imperio criminal junto a otro de sus operadores, un testigo protegido.
“Te pido siempre estar de acuerdo con mis cuatro hijos. Contrata contadores en el estado y paga a los hombres y a las viudas de ahí, y lo que quede por mes, la mitad es para ti y la mitad para los cuatro”.
De acuerdo Dámaso López Núñez, El Licenciado, ex operador del cártel de Sinaloa, junto a Joaquín Guzmán López, El Güero, se coordinaron con sus hermanos Ovidio Guzmán López, El Ratón e Iván y Jesús Guzmán Salazar, así como con Emma Coronel, entonces esposa de El Chapo, para ayudar a su padre, Joaquín Guzmán Loera, a escapar del Penal del Altiplano, el 11 de junio de 2015.
En una reunión en la que estuvieron las seis personas, acordaron la construcción del túnel por el cual escapó El Chapo, para evitar que fuera extraditado. También se ordenó la compra de un terreno cercano al penal, un depósito, armas de fuego, una camioneta blindada y un reloj gps para poder ubicar la posición exacta de el chapo en el penal. Así, el sábado 11 de julio de 2015, un día en que “no había oficiales ni visitantes en la prisión” El Chapo escapó.
El Güero está acusado en una Corte Federal de Illinois junto al resto de Los Menores, otra forma en la que conocen a Los Chapitos, por tráfico de cocaína, heroína, metanfetamina y mariguana, así como posesión de armas de fuego. De forma separada y junto a su hermano Ovidio, está acusado de tráfico de cocaína, metanfetamina y mariguana en una Corte Federal de Washington, DC.
Según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, supervisa varios superlaboratorios de drogas en Culiacán, Sinaloa, y dirige una célula que coordina la compra de precursores químicos, la producción de drogas sintéticas y el envío de las mismas a Estados Unidos, junto a tres personas más, una de ellos su primo materno Saúl Páez López, y a través de dos empresas en Culiacán, una de productos químicos y de laboratorio y una firma inmobiliaria.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ofrece hasta 5 millones de dólares por información que permita su detención o condena.