Una vieja moraleja que resuena entre el mundo de la delincuencia organizada apunta a que, las únicas salidas de aquel negocio ilícito y ambiente que involucra drogas, armas y violencia es: la muerte o la prisión.
Múltiples son las historias que exponen el trágico desenlace que algunos integrantes de cárteles han padecido, no obstante, hablar sobre la historia del narcotráfico en México resulta una tarea casi imposible de realizar sin mencionar al Cártel de Sinaloa.
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Y es que, además de ser una pieza clave para la reconfiguración de la delincuencia organizada en México, la empresa criminal fundada por Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada es el claro ejemplo de cómo integrantes, pero también sus grandes capos, no se han librado de aquella advertencia que presagió su infortunado destino.
Miembros de la familia de El Chapo, por ejemplo, han pasado de tener su gran bastión en Culiacán a estar una considerable parte de su vida en el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 1 en Almoloya, Estado de México, cuyas paredes guardan desde sus más oscuros secretos hasta recuerdos de la memorable fuga del otrora narcotraficante sinaloense.
El hermano de ‘El Chapo’ Guzmán asesinado en El Altiplano
Ser sentenciado a pasar el resto de su vida en una prisión de súper máxima seguridad de Estados Unidos fue solo un desafortunado episodio más de la serie de trágicas consecuencias que le trajo a Joaquín Guzmán Loera convertirse en fundador de una de las organizaciones delictivas más peligrosas y poderosas de México y el mundo.
Si bien durante la primera década de los 2000 su negocio criminal poco a poco se convertía en un imperio, la muerte de su hermano Arturo Guzmán Loera y de su hijo Édgar Guzmán López marcaron la vida del capo sinaloense para siempre.
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Reportes de prensa local de la época señalan que, luego de que El Chapo Guzmán fuera detenido en 1993 en Guatemala, El Pollo -como también era conocido su consanguíneo- asumió el liderazgo del Cártel de Sinaloa y se hizo cargo de los hijos que para entonces Joaquín Guzmán Loera ya había tenido con Alejandrina Salazar y Griselda López.
En 2001, el otrora narcotraficante orquestó su primera fuga del penal federal de Puente Grande en Jalisco, situación que orilló a autoridades a redoblar esfuerzos para localizarlo y debilitar su organización delictiva.
Fue así como ese mismo año Arturo Guzmán Loera fue capturado en la capital mexicana por cargos relacionados al tráfico de cocaína y metanfetaminas con la intención de ser enviadas a Estados Unidos. Al hermano de El Chapo también se le atribuyó ser el artífice de un narcotúnel de 60 metros que conectaba la ciudad fronteriza de Tijuana con San Ysidro, California.
El Pollo fue de los primeros miembros de la familia Guzmán en poner un pie en CEFERESO No. 1 -conocido popularmente como El Altiplano-. En aquellos años, el penal federal considerado como el de máxima seguridad en México albergaba a algunos de los narcotraficantes más peligrosos de la época, entre los que se encontraban algunos de los enemigos más aguerridos de Joaquín Guzmán Loera.
Pese a que El Chapo buscó mover sus influencias y cartas más poderosas para la liberación de su hermano, todo resultó insuficiente cuando a las 19:00 horas del 31 de diciembre de 2004 Arturo Guzmán Loera fue acribillado por otro recluso en el área de locutorios del penal federal.
Crónicas de la época señalan que fueron siete balazos en el tórax y abdomen los que terminaron con la vida de El Pollo. Información dada a conocer por el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social apuntó a que el responsable del crimen fue identificado como José Ramírez Villanueva, quien presuntamente cometió el homicidio por órdenes de Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo y fundador de Los Zetas, que se encontraba recluido en el mismo centro penitenciario.
Iván Archivaldo y la tortura psicológica del CEFERESO No. 1
Nacer con el Cártel de Sinaloa como cuna trajo para los hijos de Joaquín Guzmán Loera una serie de beneficios y privilegios lejos de lo común, no obstante, de ese mismo tamaño fueron las consecuencias legales y personales que han -y continúan- enfrentando.
En una reciente entrevista exclusiva que Dámaso López Serrano, alias Mini Lic, concedió a la periodista Anabel Hernández, el ex socio de Los Chapitos narró que durante su juventud Iván Archivaldo Guzmán Salazar solía tener un carácter risueño y alegre.
El ahora líder de la facción más poderosa del Cártel de Sinaloa solía pasear armado, con prepotencia y sintiéndose especial por restaurantes y antros de Sinaloa y otros estados del país, según las declaraciones del Mini Lic.
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Fiestas y mujeres formaban parte del día a día del también llamado Chapito hasta que supuestamente cometió un atroz crimen que lo llevaron a convertirse en otro de los miembros de la familia Guzmán en ser recluido en el penal de máxima seguridad de El Altiplano.
Dámaso López Serrano narró a Anabel Hernández que en 2004 Iván Archivaldo acudió a un centro nocturno en Zapopan, Jalisco en donde conoció a una joven canadiense que le resultó atractiva. No obstante, lo único que recibió aquella de la mujer identificada como Kristen Paige noche fue un gran rechazo.
"Iván va a un bar y tiene un altercado con un muchacho que iba acompañando a una joven canadiense. Se hacen de palabras porque Iván trata de llegar a algo con la muchacha y el acompañante la defiende, se hacen de palabras y cuando salen del bar empiezan a discutir. Iban a llegar a los golpes pero Iván y la persona que acompañaba sacan armas y le disparan a los jóvenes y mueren”, declaró el ex socio de Los Chapitos a la periodista.
Un año más tarde, el Chapito fue detenido e ingresado al penal de máxima seguridad ubicado en Almoloya de Juárez, evento que influyó considerablemente en su personalidad.
De acuerdo con el Mini Lic, Iván Archivaldo sufrió demasiado durante su estadía en prisión. Lloraba todas las noches por el miedo que le generaba pensar que en cualquier momento enemigos de su padre pudieran asesinarlo, tal y como sucedió con su tío Arturo Guzmán Loera.
Sumado a ello, el Chapito padecía los estragos de un brutal accidente que padeció en diciembre de 2003 en el cual casi pierde una de sus piernas. En ese entonces, su padre comenzó a obsequiarles cargamentos de droga a él y a su hermano Jesús Alfredo para que las ganancias de sus ventas fueran divididas entre ambos.
Dámaso López Serrano refirió que en 2008, Iván Guzmán Salazar fue liberado luego de que su padre y socios pagaran acaudalados sobornos a distintas autoridades.
La fuga de 'El Chapo' Guzmán
"¡Valió madres, se escapó el 701!", fue el grito que un custodio de El Altiplano lanzó al percatarse de la ausencia de Joaquín Guzmán Loera en su celda.
El testimonio, recabado por el periodista Óscar Balderas para MILENIO, narró que a las 21:00 horas del 11 de julio de 2015 en el centro penitenciario de máxima seguridad se activó un código rojo para cerrar todos los accesos de la prisión. Fue muy tarde, El Chapo ya había escapado.
Joaquín Guzmán Loera llevaba 17 meses recluido en el penal federal de Almoloya de Juárez luego de haber sido capturado por segunda ocasión el 22 de febrero de 2014 en un hotel de Mazatlán, Sinaloa.
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Investigaciones federales y de autoridades de Estados Unidos apuntaron a que el escape fue fraguado por Emma Coronel -esposa del capo sinaloense- en complicidad con sus cuatro hijo que actualmente encabezan la facción de Los Chapitos.
El cofundador del Cártel de Sinaloa huyó del CEFERESO No. 1 a través de un túnel que conectaba el baño de su celda hasta una casa en obra negra situada en un terreno baldío aledaño al penal. La obra contaba con luz eléctrica, un riel que El Chapo transitó a bordo de una motocicleta e, incluso, oxígeno.
Una vez fuera del penal, Joaquín Guzmán Loera se trasladó en una camioneta que avanzó hacia San Juan del Río, Querétaro en donde lo esperaba una avioneta que lo trasladó hasta el Triángulo Dorado en donde, entre campos de amapola y marihuana, permaneció cautivo hasta su aprehensión definitiva.
El paso de Ovidio Guzmán
Hasta la fecha en la que se escribe esta nota, el último de la familia Guzmán en haber pisado la prisión de máxima seguridad de El Altiplano fue Ovidio Guzmán López.
Hasta las 11:27 de la mañana del 15 de septiembre de 2023, El Ratón fue el reo 5684 del penal de El Altiplano, luego fue extraditado a Estados Unidos en un sigiloso operativo encabezado por agentes de la Interpol y de la Fiscalía General de la República (FGR).
El integrante de Los Chapitos fue el primer hijo de Joaquín Guzmán Loera en ser aprehendido durante los primeros días de 2023, luego de que personal de las Fuerzas Armadas de México desplegaran intensas operaciones en la sindicatura de Jesús María en Culiacán.
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Esta era la segunda vez que autoridades federales intentaban detener a Ovidio Guzmán pues, tras el desplante ocurrido en 2019 con el llamado Culiacanazo, esta vez los errores no estaban permitidos.
Pese a que sicarios al servicio de Los Chapitos volvieron a desatar terror y balaceras en la capital sinaloense y municipios aledaños para evitar la captura de El Ratón, autoridades federales rápidamente trasladaron vía aérea al hijo de Joaquín Guzmán Loera hasta la Ciudad de México, en donde sus aliados ya no pudieron hacer nada por él.
Ovidio Guzmán ingresó al CEFERESO No.1 días después de su detención. Por su perfil, fue ubicado en un sector aislado al resto de la población, no obstante, testimonios de custodios recabados por el periodista Óscar Balderas lo describieron como un
joven tranquilo que nunca buscó problemas.
La actitud relajada y amigable de El Ratón no fueron motivo suficiente para evitar su extradición a Estados Unidos, en donde autoridades lo acusaron de encabezar junto a sus hermanos una red internacional de tráfico de fentanilo que ha desatado una crisis de salud pública en su territorio.
Distintas generaciones de la familia Guzmán han hecho de los muros alambrados del penal de El Altiplano su segunda casa, en donde gran parte de su vida se ha ido entre meticulosos protocolos de seguridad y rencillas con otros líderes criminales recluidos, no obstante, dicho destino sigue siendo aún más viable que la muerte o la extradición.
ATJ