Graciela (nombre ficticio) de 46 años, dice que tenía muchos problemas con su esposo, casi todos los días por cualquier pretexto la golpeaba. “No le gustaba la comida, que no planchaba la ropa que a él le gustaba”. Hace un año, cuenta, se fue de la casa no sé dónde está, pero el miedo a que un día regrese es de todos los días. Fue mi compañero por más de 24 años y mi victimario.
Es una más de las mujeres víctimas de la violencia doméstica de manos de su compañero: Yo solo le rezaba a Dios que no llegara borracho, porque era cuando se ponía más agresivo, muchas veces llegue a pensar que algún día me mataría… y todavía siento miedo.
Relata que en ocasiones escucha cómo abre la puerta y siente la intención correr a esconder a sus tres hijos a una de las recamaras. Quería salir corriendo de la casa, pero no podía dejarlos a manos de un verdugo. Cuando no eran los puños, era el cinturón, para protegerme me tiraba al suelo y con la mano intentaba taparme la cara.
Una vez con la hebilla me golpeó el ojo izquierdo y el médico me dijo que se dañó la retina. Solo me dijo que no me dejara golpear, que me defendiera, pero le tenía mucho miedo, todavía lo tengo. Ingresé a un grupo de terapia para que me quite el miedo. Y si regresa mi esposo ya sé lo que tengo que hacer, dice Graciela.
Pero en esta familia, el maltrato no era exclusivo para Graciela, también los hijos recibían fuertes castigos físicos y verbales de parte de su padre. Si uno les habla fuerte, se ponen nerviosos y violentos.
En la terapia también los ayudan y me dicen cómo tengo que tratarlos, pues por muchos años fueron testigos de episodios de violencia.
La tecnología, alternativa para salvar vidas
Un grupo de 200 mujeres mayores de 18 años de edad, serán las primeras en portar geolocalizadores que el gobierno municipal de Naucalpan repartirá para prevenir feminicidios o cualquier episodio de violencia.
“El objetivo es salvar la vida de mujeres en este municipio y de personas adultas mayores, que muchas veces no tienen la forma de denunciar para que haya una reacción pronta, y que las autoridades, dependiendo del área que sea, puedan brindar la atención como debe ser”, dijo la alcaldesa Patricia Durán Reveles.
Poner fin a la violencia contra las mujeres y niñas se ha convertido en una movilización y Naucalpan no es la excepción para atender el reclamo de detener las formas de violencia machista contra ellas en el ámbito social y especialmente como responsabilidad de Estado, sentenció Durán Reveles.
Se trata de detener todas las formas de violencia, desde la agresión verbal hasta el feminicidio, y pasando por la violación y el abandono de adultos mayores.
La más grave de las violencias, el feminicidio, es un fenómeno difícil de comprender, toda vez que los agresores son hombres, en su mayoría parejas o familiares y el hogar es el lugar más probable donde las mujeres pueden ser asesinadas, de acuerdo a la ONU cita la alcaldesa.
De ahí, la justificación del programa Mujer Segura y Adultos Mayores, dice el comisario Lázaro Gaytán, quien agrega que el abandono de ancianos en las zonas residenciales se ha convertido un grave problema. Además, en el tema de violencia de género se reciben alrededor de 300 llamadas de auxilio cada mes.
Cómo funciona
Las reglas de operación del programa ya se aprobaron por el Cabildo y en los siguientes días un grupo de 200 mujeres mayores recibirán un relojpulsera, que cuenta con un dispositivo de botón de pánico, que está conectado vía Bluetooth al teléfono celular de la mujer que lo porta, quien en el momento que está ocurriendo el episodio de violencia oprimirá el botón y se enviará una alerta y la georreferenciación de datos al centro de monitoreo, las alertas serán reenviadas instantáneamente al C4/C5 y este lo remitirá a la unidad policiaca correspondiente para la toma de acción inmediata, describe el Lázaro Gaytán.
En una primera fase se entregarán los primeros 200 dispositivos a mujeres que se encuentren en riesgo de sufrir extrema violencia y la meta es que 5 mil 200 porten la pulsera, que contempla también a ancianos que viven solos, abandonados por sus hijos. Se trata, en suma, de un grupo olvidado, obligado a seguir trabajando para ganar algo, y enfermos.
Zonas residenciales.Foco de atención
Es un problema que crece fundamentalmente en zonas residenciales, donde encontramos en los últimos meses cuatro cadáveres, en diferentes domicilios, después de dos o tres meses de haber fallecido, lo que muestra el abandono de las familias. Afirma que son varias las situaciones de riesgo a las que se enfrentan los adultos mayores cuando son abandonados.
KVS