Norma Dianey desapareció en Edomex en 2018; su mamá pide justicia en Año Nuevo

Desde el 15 de enero del 2018 la joven desapareció. Salió de su trabajo y rumbo a casa algo sucedió. A casi dos años de su ausencia, su familia sólo desea volverla a ver, quieren pasar con ella este 2020.

Norma Dianey: un año más sin justicia; su familia la busca. (Cortesía)
Guadalupe Barbosa
Ciudad de México /

El Año Nuevo para muchas personas representa el momento ideal para festejar, repasar los aprendizajes que vivieron durante los 12 meses y desear que para los siguientes se cumplan todas sus metas.

Sin embargo, ese día no se festeja de la misma manera en todas las familias mexicanas. Algunas personas sólo buscan que la justicia llegue. No piden bajar de peso, viajar o encontrar el “amor” de pareja. Algunas sólo buscan encontrar a una persona desaparecida.

Tal es el caso de la familia de Norma Dianey García García, quien desapareció desde el 15 de enero del 2018.

Desde aquel día nada ha sido igual para su familia, pues los días se han volcado en encontrarla. En un inicio buscaron con conocidos, en forenses, hospitales y con la policía. Sin embargo, a casi dos años de su ausencia nadie sabe nada.

A Norma Dianey le gustaba pasar las fechas decembrinas en compañía de su mamá, papá, hermanas y de su sobrino. La pasaban en familia. Cenaban platillos que no comían en el transcurso del año, bailaban, jugaban y platicaban.

Con la angustia visible y la mirada cansada, la mamá de Norma Dianey, Lourdes García Arizmendi, espera en este nuevo año tener la oportunidad de reencontrarse con su hija.

Norma Dianey desapareció cuando regresaba de su trabajo. Ella laboraba en una tienda departamental en Nezahualcóyotl, Estado de México.

Como un habitual día de trabajo, la joven de entonces 24 años salió a las 08:30 horas. Como siempre, su familia esperaba su regreso, no trabajaba tan lejos de su hogar. 

Sin embargo, ese día, la joven no llegó. Pasaron los minutos hasta cumplir poco más de una hora. Su familia intuía que algo malo había pasado.  

Norma Dianey se comunicaba siempre con su madre cada que salía de laborar, pero ese día la rutina familiar había cambiado. "¿Qué está pasando?", se cuestionaba la madre.

Según cuenta doña Lourdes García Arizmendi, ese día su mente y cuerpo le decían algo. Había una sensación extraña, algo la mantenía alerta.

Al ver que su hija no llegaba comenzaron a marcarle por teléfono, aunque la llamada sí daba tono, ella no le contestaba. Pasaron horas y la respuesta fue la misma.

El momento de angustia se incrementó, así que toda la familia comenzó a comunicarse con las amistades de Norma Dianey

“¿Hola, disculpa sabes algo de Norma?, oye, no encontramos a Norma, ¿sabes algo de ella? ¿No te dijo nada? ¿La viste cuando salió del trabajo?”, preguntaban sin tener éxito.

En medio de la inmediata investigación, un compañero de trabajo, de nombre Natham le dio un poco de luz a la familia. Él aseguró que la última vez que la vio fue mientras compartían el transporte público.

Según él, Norma Dianey descendió de la combi, tras recibir una llamada telefónica. A pesar de que aún le faltaba trayecto para llegar a su casa, la joven se bajó.

“Ella dijo: sí, ya voy a llegar”, contó Natham a doña Lourdes.

El paso siguiente para la familia de Norma Dianey fue dirigirse con las autoridades locales. Sin embargo, éstas se negaron a ayudarle, pues según explica doña Lourdes, las autoridades les dijeron que ellos no eran la instancia correspondiente, por lo que los mandaron a la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, a pesar de que se trataba de una familia mexiquense.

Al ver la negativa, decidieron pasar al trabajo de su hija para avisar lo que había ocurrido. Mientras estaban en el lugar, al papá de Norma Dianey le llegaron seis mensajes de texto del número de su hija. Querían que la familia García García realizara seis depósitos de cien mil pesos durante seis días. La petición a cambio de la vida de ella.

Congelados y con el corazón al punto del colapso, doña Lourdes y su esposo regresaron a su casa para platicar lo que iban hacer. ¿Cómo estaría su hija?, ¿de dónde sacarían el dinero? ¿Lo mejor sería ir con la policía?

Lo que acordaron fue regresar con las autoridades locales. Ahora sí los atendieron. Primero los interrogaron para descartar que ellos estuvieran mintiendo. Hicieron el depósito por recomendación de las autoridades.

Gracias a ello, lograron dar con los extorsionadores y presuntos captores. Detuvieron a dos hombres –padre e hijo-. En su declaración, los presuntos plagiarios aseguraron que a Norma Dianey la habían violado, mutilado y asesinado.

Refirieron que el cuerpo de la joven había sido enterrado en algún lugar de Teotihuacán. Sin embargo, en el momento de la búsqueda los implicados dijeron no recordar el lugar específico. 

Pasaron los meses y  la situación se complicó aún más para la familia de Norma Dianey, pues de palabra las autoridades le aseguraron que uno de los presuntos agresores se había muerto de forma natural en prisión: tenía un problema renal.

Sin embargo, según cuenta doña Lourdes que a ella le llegaron rumores de que supuestamente el presunto agresor de su hija se había suicidado.

Por si fuera poco, la familia se enfrentó a inicios de 2019, el 1 de febrero, con la libertad del otro hombre que seguía tras las rejas, pues las autoridades indicaron que no tenían pruebas en su contra.

“Como no hay cuerpo, no hay nada”, indicó Lourdes García.

Durante estos casi dos años la mamá de Norma Dianey García ha visto cuerpos en estado de descomposición, ha acompañado a policías para investigar, ha tenido que ser independiente en su investigación, ha padecido episodios de depresión, ansiedad e insomnio.

Por ello, para este 2020 su único deseo es encontrar a su hija, abrazarla, decirle cuánto la ama y saber que está bien. Busca que hagan justicia.

“Mientras yo no tenga el cuerpo de mi hija, mi hija vive. A dos años, las autoridades no hacen nada, no hay nada, ni han avanzado, en la Fiscalía de Nezahualcóyotl no han hecho nada por mi hija”, concluyó.

grb 

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