En Tamaulipas, la violencia dejó en dos sexenios un saldo de 653 niños y adolescentes asesinados, de acuerdo con el reporte de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
Este recuento comprende del 2006 al 2018, años en que gobernaron el país Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto pero fue en la administración de este último cuando ocurrieron la mayoría de estos crímenes.
La Red por los Derechos de la Infancia en México es una coalición de 75 organizaciones de la sociedad civil que desarrollan programas a favor de niñas, niños y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad y que operan en 16 estados de la República.
- Te recomendamos Menor asesinado en Tamaulipas era estadunidense Policía
El organismo analizó cuántos homicidios contra la niñez y adolescencia se han registrado en nuestro país, y al revisarse sus estadísticas, se observa que Tamaulipas es uno de los estados con más casos.
En 2006, la entidad tuvo 32 decesos de menores de cero a 17 años de edad; 10 en 2007; 12 en 2008; 16 en 2009; 44 en 2010; 47 en 2011; 120 en 2012; 55 en 2013; 60 en 2014; 39 en 2015; 68 en 2016; 90 en 2017 y 60 en 2018, lo que suma un total de 653.
Del grupo de edad, el más afectado es el segmento de 15 a 17 años, pues en 2018 sumaban 46 crímenes; 74 en 2017; 41 en 2016; 33 en 2015; 36 en 2014; 40 en 2013; 99 en 2012; 38 en 2011; 36 en 2010; tres en 2009; cinco en 2008; tres en 2007 y 22 en 2006, es decir, un acumulado de 476.
Con base en lo anterior, se establece que eran de adolescentes de 15 a 17 años de edad, el 73 por ciento de los homicidios contabilizados en esos dos sexenios en el territorio estatal.
- Te recomendamos Dictan sentencia a 3 secuestradores con 90 años de prisión Policía
El año más reciente en estudio, 2018, se visualiza que de los 60 niños y adolescentes que fallecieron por crimen, 47 eran del género masculino y 12 del femenino.
Con esta cifra, el estado ocupó el lugar ocho en la incidencia de homicidios y el 10 respecto a la tasa por cada cien mil tamaulipecos en ese grupo de edad.
Sin embargo, la entidad bajó varios escalones en el top de defunciones, ya que en el año 2017 estaba en el quinto sitio, y en el sexto en cuanto a la tasa.
Para esta estadística, el Redim se basó en los datos de defunciones por homicidio registrados en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Al respecto, la abogada Gabriela Ibarra Lozano señaló que es demasiada la violencia que han sufrido los menores en el estado.
- Te recomendamos Se registran bloqueos y balaceras en Río Bravo Policía
Cabe mencionar que en estas estadísticas van incluidos aquellos menores que han sido envueltos por la delincuencia y muerto en enfrentamientos pero también quienes han resultado víctimas de criminales por ataque directo o “daño colateral”, así como quienes han perdido la vida por violencia intrafamiliar.
En hogar, la peor violencia
En ese sentido, la especialista en Derecho sostuvo que la peor violencia es aquella que se vive al interior del hogar, donde se supone en el sitio en el que deben estar más seguros los niños y adolescentes y sin embargo no siempre ocurre así.
“Urge que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia inicie atenciones en cuanto a este tipo de denuncias para la prevención, quizá piensan que uno exagera cuando presenta las denuncias pero más vale prevenir a tener que lamentar estos hechos, nada les cuesta ir a hacer las investigaciones de campo y poder así constatar situaciones que se reportan al 911, donde realmente están siendo víctimas de maltrato los menores”, expuso.
La jurista, quien fungió como procuradora de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia del DIF en Altamira, apuntó que se tiene que ir a la raíz del problema y detectar situaciones disfuncionales que después vienen a detonar tragedias que bien pudieron evitarse.
En ese contexto, Ibarra Lozano recordó los hechos ocurridos en agosto de 2015 en Ciudad Madero, cuando una niña de once años de edad asfixió a sus hermanitos, una bebé de nueve meses y a un pequeño de tres años, para luego intentar suicidarse.
La menor, quien manifestó estar harta de tener que cuidar a sus hermanos mientras su mamá salía; también argumentaba que “hablaba con el diablo”.
Ibarra Lozano señaló que hay al menos cuatro mujeres recluidas en el Centro de Ejecución de Sanciones de Altamira por haber privado de la vida a sus propios hijos.
Insistió en que de manera integral el DIF y demás dependencias involucradas deben crear estrategias frente al abandono de valores en la familia que termina cobrando vidas inocentes.
GINS