En Tamaulipas 13 menores de edad se han quitado la vida en cuatro meses y tres más lo intentaron pero fallaron, algunos por problemas en sus clases en línea y otros por conflictos familiares.
De acuerdo a los reportes que tiene la Secretaría de Salud en Tamaulipas se han suicidado cinco niños entre los 10 y 14 años, y 8 adolescentes entre los 15 y 17 años.
En total han sido 13 los menores de edad que se han quitado la vida, la mayoría decidió colgarse en su recámara o en el baño.
Tres menores más intentaron matarse pero su familia pudo intervenir a tiempo para evitarlo, algunos de estos últimos intentaron colgarse o bien tomar pastillas. Han sido Nuevo Laredo y Ciudad Victoria los municipios de la entidad donde se han registrado el mayor número de los casos.
En el caso de Nuevo Laredo en el mes de febrero tuvieron tres suicidios de adolescentes en menos de 4 días, una jovencita de 17 y dos varones uno de 16 y otro de 13 años.
Problemas con clases en línea
Una de las muertes que más ha llamado la atención se registró el pasado 23 de abril cuando un menor de 12 años identificado como José Ángel, fue encontrado colgado en el interior de su recámara.
En este caso había un recado póstumo, donde el adolescente indicaba que era un mal estudiante, y aunque por varios días había intentado ponerse al corriente en sus clases en línea, nunca pudo alcanzar a sus compañeros.
Se presume que la depresión por el encierro tras la pandemia de coronavirus y no tener las habilidades para avanzar académicamente con el nuevo método de trabajo, lo llevaron a tomar está difícil determinación. Su familia aseguró que no detectaron alguna conducta que los alertara.
Sólo habían notado que el menor tenía varios días en su recámara, pero pensaron que estaba muy metido en sus clases, así que no les pareció extraño.
Otro caso que llamó la atención fue un intento de suicidio en el municipio de Altamira, cuando un adolescente quiso ahorcarse utilizando los cables de su computadora, luego de discutir con su mamá.
Problemas psicológicos
María Luisa Farías, licenciada en psicología infantil, aseguró que en algunos casos los padres de familia no han sabido llevar la nueva dinámica de vida a raíz de la pandemia de coronavirus.
Precisó que se han desestimado los conflictos emocionales que el encierro puede producir en la vida del ser humano, pero sobre todo de los adolescentes, que además han reaccionado de acuerdo a la educación que ya habían recibido.
Indicó que a un año de las nuevas medidas sanitarias, muchos menores tienen estrés y ansiedad, pues no han tenido buenos resultados en sus clases en línea, así que justo en este momento cuando está cerca de cerrar el ciclo escolar están buscando regularizarse, por lo que los papás deben de tener especial atención en este momento sobre sus hijos.