El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó “contubernio” entre el gobierno de Miguel Ángel Riquelme en Coahuila y las empresas mineras de la entidad, como en la administración de Rubén Moreira, y advirtió que pretenden “zopilotear” y capitalizar electoralmente lo sucedido en la mina El Pinabete.
Esto, luego de que Riquelme señaló que el actual esquema de compra de carbón propiciado por la Comisión Federal de Electricidad, encabezada por Manuel Bartlett, propicia riesgos que pueden derivar en accidentes mineros como el de hace unos días.
El Presidente señaló que las malas condiciones de los mineros obedecen a que los cacicazgos se han opuesto a que los empleados se sumen a sindicatos. “Aquí les informé que el dueño de la principal planta minera de esa región tiene 10 o 20 aviones de lujo, se los prestaba al gobernador de Coahuila, había un contubernio y no dudo que lo siga habiendo”.
Aseguró que su gobierno seguirá con la política de no dar concesiones cuando antes se entregaron 120 millones de hectáreas para la minería. “Es más, la Secretaría del Trabajo la manejaban los mineros, pero las empresas, no los trabajadores, a esos extremos se llegó, por eso estos accidentes”, subrayó.
Por tanto, consideró que estas condiciones deben cambiar conforme avanza el gobierno de la llamada cuarta transformación.
El Presidente llamó a la gente a no dejarse manipular por las personas que buscarán sacar un beneficio político de la tragedia.
“Ya andan zopiloteando, va a haber elecciones en Coahuila (...) ellos son parte del régimen de corrupción que lleva a estas desgracias y todavía, de manera oportunista, trafican con el dolor de la gente, sacan raja política”.
López Obrador advirtió que el bloque contrario a su gobierno intentará repetir la misma estrategia que siguieron cuando se incendió la Guardería ABC: “impusieron a un gobernador valiéndose de la tragedia, por eso le digo a la gente de Coahuila que no se deje manipular”, expresó.
Al señalar que su administración no es igual a las anteriores, reiteró su compromiso de que sigan los trabajos para rescatar a los mineros atrapados.
Ayer también se informó que solicitarán asesoría a empresas de Estados Unidos y Alemania para tener mayor precisión en el rescate de los 10 trabajadores que están atrapados en la mina.
Esta labor estará en manos de la Secretaría de Relaciones Exteriores a petición de los familiares de las víctimas.
“Estaremos contactando a dos empresas de Alemania y Estados Unidos, platicaremos con ellos para saber quién nos puede aportar la mejor opinión tomando en cuenta la condición de la mina para determinar acciones con mayor precisión. Es una solicitud permanente de las familias”, dijo la titular de Protección Civil, Laura Velázquez.
Además, se anunció el inicio de los estudios geofísicos para saber cómo va a construirse el muro de cemento que permitirá controlar los niveles de agua en la mina.
Debido a la fuerza con la que baja el agua que extraen de El Pinabete, la Sedena realizó labores de contención en el canal principal de desagüe para encausar la caída del líquido por la vereda rumbo al río.
En compañía de empleados de la Conagua, los elementos castrenses llenaron más de 20 bultos con tierra amontonada en la lateral del hechizo canal.
Todo ello por el afluente de agua que se tiene, al parecer, porque trabajan con una bomba de extracción más potente.