Desde julio pasado, los legisladores del Congreso capitalino buscan actualizar el reglamento para personas trabajadoras no asalariadas, en particular para regular el comercio informal y el uso de la vía pública; en este contexto, los diputados han aprovechado la oportunidad para reconocer en la ley el “trabajo sexual”, algo que no se logró durante la redacción de la Constitución Política de Ciudad de México, aprobada en 2016.
Los diputados Temístocles Villanueva Ramos (Morena), Víctor Hugo Lobo Román (PRD) y José Fernando Aboitiz Saro (PES) han presentado tres propuestas en la materia y aunque la más publicitada es la del legislador de Morena, lo cierto es que son tres fuerzas políticas las que se han manifestado a favor de una actividad que para algunas organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres encubre la explotación sexual comercial.
La Constitución Política de la capital, que entró en vigor en 2017, establece en su artículo 10 que la ciudad debe garantizar el derecho de las y los trabajadores informales a realizar un empleo digno, con esta premisa y con la tarea de aprobar una ley secundaria, la primera Legislatura del Congreso local trabaja en una propuesta para retomar un tema que se ha tocado desde 2007, cuando se propuso crear la Ley de Protección al Sexoservicio para el Distrito Federal.
A 12 años de aquel intento por legalizar el “sexoservicio” en la capital, el pasado 5 de septiembre el morenista y presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso local, Temístocles Villanueva Ramos propuso una ley en la que se incluye un capítulo dedicado al llamado “trabajo sexual”, el cual se denomina “De las personas trabajadoras no asalariadas que ejercen el servicio sexual” e incluye 11 artículos.
La propuesta del legislador es señalar que quienes se nombran “personas trabajadoras sexuales” realizan una actividad no asalariada y ejercen una actividad económica en la vía y el espacio público, por tanto, deben contar con políticas y lineamientos para respetar, garantizar, vigilar y controlar este trabajo, así como para prevenir, detectar, vigilar y controlar las consecuencias potenciales de la actividad.
En julio pasado el Congreso capitalino organizó una serie de foros sobre trabajo no asalariado a fin de cumplir con el mandato constitucional de aprobar una ley secundaria en la materia el 17 de septiembre, plazo que no se cumplió, por lo que en ese mes, cuando se presentó la propuesta del diputado Temístocles Villanueva Ramos, agrupaciones como Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” AC, y la Red Mexicana de Trabajo Sexual alertaron sobre las inconsistencias del proyecto.
A petición de las personas trabajadoras sexuales, en su mayoría colectivos de mujeres trans, y con apoyo del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de Ciudad de México (Copred), institución que se ha declarado a favor de proteger el “trabajo sexual”, la Comisión de Derechos Humanos del Congreso local ha tenido cinco reuniones con personas “trabajadoras sexuales” para que las agrupaciones civiles presenten sus observaciones a la propuesta de ley.
En este análisis, el 22 de octubre pasado el Centro de Estudios Legislativos para la Igualdad de Género (Celig), del Congreso local, convocó a especialistas para conocer sus opiniones y poner la información a disposición de las y los diputados.
En el diálogo participó la secretaria ejecutiva de la Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (RedTraSex), Elena Reynaga, y la psicóloga feminista y profesora del Centro de Estudios de Género de la Universidad Veracruzana, Luz Jiménez, quienes aseguraron que se debe hacer una diferencia entre lo que es el “trabajo sexual” y la trata de personas debido a que hay quienes piensan que son dos temas vinculados.
Para contar con otra postura, la próxima semana se presentará una iniciativa de ley para garantizar oportunidades y salidas dignas en casos de explotación sexual, propuesta apoyada por el “Frente Nacional Feminista Abolicionista”.