Apasionado, sibarita de los tacos, amante del futbol y de las películas dramáticas, así se define Santiago Taboada (Ciudad de México, 1985), alcalde panista de Benito Juárez quien, desde la sala de juntas anexa a su oficina, habla de su personalidad, sus hobbies, su trayectoria política y de las malas experiencia que ha tenido gracias a la delincuencia.
¿Cómo definiría su lado b?
Soy una persona muy intensa, un cuate muy apasionado en mis cosas, tanto personales como profesionales.
¿Cómo equilibra el trabajo con la familia?
Es muy complicado, quien te diga que lo tiene controlado está mintiendo. Los que primero pagan tus ausencias son los hijos, la esposa. Mi familia sabe qué hago, a qué me dedico y el tiempo que ocupa, es difícil porque te ausentas.
¿Cuáles son sus hobbies?
El tiempo libre que tengo se lo destino ciento por ciento a mis hijos y a mi esposa, a veces a alguna reunión familiar, pero trato de estar todo el tiempo que puedo con ellos. Nos vamos al futbol, sigo jugando en la medida de mis posibilidades.
¿Qué posición juega?
Soy lateral: pasa el balón, o el jugador, pero no ambos,reparto leña.
Diputado a sus 25 años...
Sí, desde muy joven, pero no me he vuelto loco, no sé si me explico, siempre he tratado de ser moderado... como todos, te puedes equivocar, tener un resbalón.
¿Quién lo ayuda a mantener los pies sobre la tierra?
Te soy sincero, mi esposa me ayuda mucho a bajarle dos rayitas. Ahí sí hay mando único.
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Taboada recuerda que desde joven se vio obligado a trabajar para aportar recursos a la economía familiar. A los 15 años ayudó a su abuelo en una farmacia que tenía en la calle Zarco, de la colonia Guerrero; también cuenta que su papá es un contador jubilado y que su mamá es maestra de primaria, quien continúa dando clases.
¿Se llamaba Farmacia Taboada?
No, era Doctor Medina. Yo era empleado de mostrador, pero mi abuelo no distinguía, me trataba igual que a todo el personal, no era de que era su nieto. Él ha sido una de las personas que más me ha ayudado en la vida.
¿Qué pasó con la farmacia, se vendió?
Sí, mi abuelo falleció y un par de años después se vendió, prácticamente ahí se acabó el tema, cada quien tomó sus rutas y ahí acabo la farmacia.
Fue presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía, ¿cuál es su película favorita?
Tengo varias, una es Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (2004), con Jim Carrey, es muy buena, él es muy buen actor.
Una película triste…
Muy triste. Hay otra con un tema todavía más triste, se llama My Life (Mi vida, 1993), se trata de un cuate que tiene cáncer y que empieza a grabar videos de los días que le quedan para sus hijos; otra que me gusta mucho es Cadena de favores (2000), con Kevin Spacey, es una película que refleja una filosofía de vida.
Le gusta echar la lágrima…
Sí, en algún momento tiene uno que echarla.
Por cierto, ¿prefiere los sabores dulces o salados?
10 mil veces la comida salada.
¿Cuál es su favorita?
Los tacos.
¿Le entra a las carnitas?
A todo, a la cecina, las carnitas, la barbacoa, pero todo en tacos... de lo que me pongan. De hecho, mi hija me dice: “No, papá, tacos ya no, tú siempre quieres tacos”.
¿Y cuál es su taquería favorita?
Híjole, depende de la mañana, tarde o noche.
A ver, mencione tres…
En la mañana Los Guille, en Portales; en la tarde El Huequito, y en la noche probablemente los Tacos Manolo, en la calle de Luz Saviñón, esquina Cuauhtémoc, pero también los de cochinada... nada más que esos ya no los aguanto tanto, la acidez me mata.
La gran mayoría de tus propuestas de campaña estuvieron enfocadas al tema de seguridad, ¿cuál ha sido tu peor experiencia con la delincuencia?
Sin duda, el robo que tuve en casa de mis papás cuando todavía vivía con ellos. Fue en 2011 o 2012 más o menos. Un día fui el último que salí de la casa a trabajar, mi mamá y mi papá salían más temprano, fue un robo a casa habitación.
¿La vaciaron?
No, pero a mí y a mi hermano Javier fueron a los que más nos pegaron, porque a mi hermano le robaron la computadora con la tesis. Se llevaron mi ahorro y algunas cosas personales. Lo difícil es cuando ves tu casa patas pa’arriba y que se meten a la intimidad de tu cuarto, ven tus fotos, te sientes sumamente vulnerado.