A 20 años del 11 de septiembre de 2001, día del ataque a las Torres Gemelas, la población de poblanos en la zona tri-estatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, en Estados Unidos, aumentó más de 50 por ciento e impulsan la economía a partir de sus tareas en los rubros de la construcción, el comercio, limpieza y transporte.
De la misma forma, las remesas que llegan a Puebla en las últimas dos décadas provenientes de los poblanos que viven en otras partes del mundo, en su mayoría de Estados Unidos, aumentaron más de 550 por ciento, al pasar de más de 283 millones de dólares al año a más de mil 897 millones de dólares en 2020.
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Actualmente, en Estados Unidos viven más de dos millones 270 mil poblanos, de acuerdo con la organización de apoyo a los migrantes Pies Secos. La mayoría se encuentran en la región de Nueva York y en el estado de California.
Pese a que a Nueva York se le considera como el estado con más poblanos y entre la comunidad migrante se le conoce como “Puebla York”, en realidad, California es la entidad de la Unión Americana con más presencia de originarios del estado.
El Anuario de Migración y Remesas México 2020, realizado por BBVA Research, Fundación BBVA y el Consejo Nacional de Población (Conapo) revelan que en California habitan tres de cada 10 de los migrantes poblanos; en Nueva York se encuentran 21.3; en Nueva Jersey, 9.2 por ciento; Illinois, 6.4 por ciento; y en Texas, 5.2 por ciento. La lista de los 10 estados destino de los poblanos se compone por Nevada, Indiana, Pensilvania, California del Norte y Minnesota.
El 11 de septiembre del año 2021, de acuerdo con el Consulado de México en Nueva York, un total de 15 mexicanos perdieron la vida en el ataque contra las Torres Gemelas, entre ellos, siete poblanos, originarios de diferentes zonas expulsoras del estado poblano.
En el inicio del presente milenio, en la zona tri-estatal de Nueva York se tenía registrada la presencia de 800 mil poblanos; actualmente, en medio de la pandemia de covid-19, se cuenta con el registro de un millón 200 mil personas originarias de Puebla, reveló la organización de apoyo a los migrantes Pies Secos.
El 11 de septiembre de 2001, dos aviones Boeing 767 fueron estrellados contra los entonces edificios más altos de Nueva York, las Torres Gemelas, que tenían 110 pisos. El primer avión chocó contra la denominada torre norte a las 8:45 horas, tiempo local; mientras que el segundo impacto se dio a las 9:03 horas. Minutos más tarde, antes de las 10:28 horas, las dos torres sucumbieron y quedaron vueltas escombros y cenizas.
El Consulado de México en Nueva York dio a conocer que entre los poblanos que perdieron la vida tras el ataque a las Torres Gemelas se encontraban: Alicia Acevedo Carranza, originaria de Teziutlán, en la Sierra Norte de Puebla; Antonio Javier Álvarez; Leobardo López Pascual, originario de San Pablo Anicano; Víctor Antonio Martínez Pastrana, nacido en Tlachichuca; Antonio Meléndez y Juan Romero Orozco, nacidos en Acatlán de Osorio; y Max Gómez, de Puebla.
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A pesar de que el Consulado Mexicano dio a conocer la muerte de siete poblanos, en el sitio del memorial en la zona donde estaban las Torres Gemelas solo están inscriptos en parapetos de bronce alrededor de los estanques del Monumento Conmemorativo los nombres de tres: Antonio Meléndez, Antonio Javier Álvarez y Leobardo López Pascual; junto con otros dos mexicanos, Juan Ortega Campos, de Morelos, y Martín Morales Zempoaltécatl, de Tlaxcala, para un total de cinco.
De acuerdo con la Asociación Tepeyac, organización de apoyo a los migrantes en Estados Unidos, de los cinco mexicanos que están registrados por las autoridades norteamericanas, los poblanos trabajaban en el restaurante Windows of the World, en el piso 107 de la torre uno. Mientras que Juan Ortega laboraba en Fines and Saphiro.
Del total de los migrantes mexicanos que fallecieron, solo las familias de los cinco registrados en el Monumento Conmemorativo recibieron los beneficios del Fondo Federal de Compensación que se activó tras la tragedia.
Para la Asociación Tepeyac, la cifra de migrantes poblanos que fallecieron tras la caída de las Torres Gemelas pudo ser mayor a los 15 que reportó el Consulado Mexicano, porque muchas familias no hicieron ningún reclamo ante el temor a la deportación.
De la misma forma, muchos migrantes que trabajan en la zona no utilizaban el nombre de su acta de nacimiento mexicana y, en muchos casos, utilizaban otro nombre, identificaciones falsas o solo llegaban a laborar sin ningún registro.
El 11 de septiembre marcó a la comunidad poblana
El empresario poblano conocido como el Rey de la Cemita, Ricardo Andrade Cerezo, recordó que hace 20 años, salía de su casa y se dirigía a Passaic, en Nueva Jersey, Estados Unidos, donde tiene una de sus panaderías.
Comentó que lo sucedido en las Torres Gemelas lo marcó porque se dio cuenta de la importancia de mantener cadenas de contacto entre los migrantes, así como información sobre sus familiares tanto en Estados Unidos como en Puebla.
“Venía saliendo de la casa cuando escuché la información. Nosotros teníamos entendido que fueron 15 los mexicanos que fallecieron. De poblanos fueron siete, de diferentes zonas expulsoras de Puebla”, destacó.
En entrevista para Milenio PUEBLA, Andrade Cerezo destacó que, tras el ataque, entre la comunidad de migrantes se tuvo el reporte de que había fallecido un poblano más; sin embargo, no se pudo corroborar ni se comprobó que había estado trabajando en la zona y nunca se supo más de él en otra parte de la región.
“Nosotros tuvimos información de otro poblano, se decía que había estado trabajando en las Torres Gemelas, pero solo tenemos el dato de que estaba trabajando; sin embargo, no se supo nada más. Nosotros seguimos buscando, preguntando por familiares, amigos que lo hayan visto antes. Ya no supimos nada. Fue un momento que me marcó y nos marcó a todos los poblanos. Descubrimos la necesidad de reforzar los lazos, de saber de dónde venimos, quiénes son nuestros familiares”, apuntó.
El también presidente de la Fundación Pies Secos explicó que, tras el ataque a las Torres Gemelas, las políticas contra los migrantes aumentaron y todas se relacionaron con un tema de seguridad nacional.
Estados Unidos reforzó sus políticas migratorias y aumentó las medidas del control fronterizo; sin embargo, la comunidad poblana creció por la llegada de las nuevas generaciones como por el arribo de originarios de la Sierra Mixteca, de la zona de Cholula y de otros puntos del territorio poblano.
“Se implementaron medidas mucho más fuertes; sin embargo, mucha gente siguió cruzando la frontera. El flujo migratorio se detuvo por un tiempo, pero siempre los paisanos buscaron caminos para seguir llegando. En aquellos años, estábamos en la zona tri-estatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, alrededor de 800 mil poblanos y, dos décadas después, en medio de la pandemia de covid-19, sumamos más de un millón 200 mil poblanos. Mucha gente siguió cruzando todos los días”, comentó.
En medio de las crisis como la del 11 de septiembre de 2021, se dio una mayor cercanía entre los poblanos y se pudo contar con una comunidad más informada y con más lazos para actuar en momentos complicados.
“Lo que hizo esa crisis fue la cercanía entre los poblanos. Eso ha permitido que la comunidad esté más informada, que nos acerquemos a las personas, a nuestros paisanos. Nuestra comunidad se acercó más”, apuntó.
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Cancela 11-S reforma migratoria
Con el ataque a las Torres Gemelas, Estados Unidos canceló la oportunidad de una reforma migratoria en beneficio de la comunidad mexicana, entre ellos, de los poblanos que vivían en la zona de Nueva York.
De acuerdo con la investigación “Migración México-Estados Unidos en la década de crisis”, realizada por Patricia Fortuny y Shinji Hirai, especialistas del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en antropología Social-Peninsular Mérida, Yucatán; y del Centro de Investigaciones y estudios Superiores en antropología Social-noreste, Monterrey, el ataque a las Torres Gemelas impidieron el progreso relativo de las negociaciones bilaterales para regularizar a los indocumentados.
“Después del 11 de septiembre del 2001 el asunto migratorio en Estados Unidos se transformó en un tema de seguridad nacional: las políticas migratorias y las medidas del control fronterizo se tornaron tan severas que contribuyeron al surgimiento de un ambiente social hostil contra los inmigrantes, no sólo en algunos estados fronterizos del suroeste del país, también en los llamados nuevos destinos de migrantes mexicanos”, destaca.
Dentro de consecuencias colaterales del 11-S fueron la militarización de la frontera y la criminalización de migrantes en Estados Unidos con un aumento en el número de muertos y desaparecidos en el cruce fronterizo, la vulnerabilidad de los migrantes frente a abusos y violaciones de sus derechos humanos, así como el aumento de las detenciones y deportaciones de inmigrantes indocumentados, entre ellos, los poblanos.
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