Para el coordinador de la licenciatura en Derecho de la Ibero, Alejandro Hernández el fenómeno del robo de hidrocarburo o "huachicol" es un problema de coordinación entre los diversos órdenes de gobierno.
"Es un problema de política de estado que no ha sido atendido ni por la federación, municipios ni por el gobierno estatal", dijo al añadir que las autoridades municipales están siendo rebasadas, y de no tener una estrategia en conjunto, dicho delito seguirá en aumento.
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Luego que MILENIO Puebla publicó que las tomas clandestinas de hidrocarburos incrementaron en un 63.2 por ciento durante el primer semestre del año, colocando a la entidad en el sexto lugar nacional, el académico abundó que este fenómeno se ha convertido en una forma de criminalidad organizada y compleja, que ha estado en distintos momentos en Puebla.
"Desde el 2010 y con momentos más exponenciales como 2014 y 2019, justamente colocándose en los primeros lugares a nivel nacional, y hemos visto una evolucion de estos grupos de delincuencia organizada como estructuras más locales, familiares, que mantienen esta actividad".
En este sentido, añadió que no sólo es ese delito, sino causan daños colaterales en condiciones de seguridad en algunos municipios en el incremento en otros delitos, e incluso en la práctica de la desaparición de personas.
"Es un problema que requiere atención del gobierno del estado, pero tambien de la federación, es un problema sensible, y que no se han dado las condiciones de coordinación para atender esta problemática".
Abundó que se ha convertido en un foco de violencia, que debe llevar a la reflexión a las autoridades locales, municipales y federal.
Finalmente, recordó que el compromiso del presidente, Andrés Manuel López Obrador fue atender este delito, con operativos coordinados con la Guardia Nacional, pero el tema no trascendió, por lo que se corre el riesgo que esos resurjan exponencialmente.
CHM