El primer jueves de noviembre de cada año se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el Ciberacoso, esto de acuerdo a los Estados Miembros de la UNESCO, tras la proposición realizada por Francia, México y Marruecos durante la 207ª sesión del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, reconociendo de este modo que la violencia en el entorno escolar bajo todas sus formas atenta contra los derechos de los niños y los adolescentes, la salud y el bienestar.
Con esto, se busca hacer conciencia y al mismo tiempo tomar acciones para acabar de una vez por todas con este problema que afecta a la población estudiantil a nivel mundial y que provoca terribles secuelas psicológicas.
El acoso en línea o a través de los teléfonos móviles ha aumentado recientemente debido a la pandemia y el confinamiento, por consecuencia las clases presenciales se suspendieron, dando como resultado que alumnos y docentes hayan adoptado nuevas estrategias bajo la nueva normalidad, llevando a cabo clases en línea mediante distintas aplicaciones a las cuales los docentes y alumnos se han tenido que adaptar.
Según el informe de la UNESCO titulado Behind the Numbers: Ending School Violence and Bullying (Detrás de los números: poner fin a la violencia y el acoso escolar), un alumno de cada tres ha sido víctima de acoso por parte de sus compañeros y una proporción similar ha padecido violencia física. Aquellos que cometen estos actos de acoso y violencia en el entorno escolar son principalmente los propios compañeros, pero en algunos casos, también docentes.
De igual forma, los datos demuestran que la mayoría de los alumnos víctimas del ciberacoso han sido acosados en la escuela primero, y que un alto porcentaje de los perjudicados por el acoso han sido víctimas de esta situación tanto en línea como fuera de esta.
¿Qué se entiende por acoso escolar y ciberacoso?
Tal vez parecieran dos términos diferentes el acoso escolar y el ciberacoso, pero están estrechamente relacionados. Lo que realmente los diferencia es que el primero se hace de manera directa en las escuelas y centros de aprendizaje, mientras que el ciberacoso ocurre a través de una computadora, el teléfono móvil y otros medios tecnológicos.
Es una realidad indiscutible y dolorosa, miles de niños y adolescentes sufren a diario de maltrato psicológico y físico por parte de sus compañeros, pero de igual forma actualmente hay muchos otros que tienen al alcance el Internet y muchos sitios web, mediante los cuales pueden causar daños irreparables tanto al niño, como a todo su núcleo familiar y social.
Algunas estrategias para ayudar a los niños y jóvenes
Hoy más que nunca, resulta imperioso brindarles a los niños y jóvenes herramientas para la vida, las cuales les permitan defenderse ante situaciones que a los padres, familiares y maestros se les escapa de las manos.
En este sentido, una vez que el niño inicia la etapa escolar, es tarea de los padres de familia y también de los educadores, fortalecer su personalidad y para ello se necesita una educación en valores como la autoestima, la voluntad, la sinceridad, la empatía y la amistad.
La lucha contra la violencia y acoso escolar; tarea de todos
Por lo general, aquellos niños y jóvenes que sufren violencia en sus hogares, modelan esos mismos patrones de comportamiento una vez que comienzan a socializar. De igual forma existen agentes externos como la televisión y el internet, que transmiten mensajes negativos y que contribuyen a reforzar conductas inapropiadas, por consecuencia terminan por socavar la mente de los más vulnerables, en este caso, la población infantil.
En este sentido, es necesario unificar esfuerzos de todos los sectores involucrados, incluyendo gobiernos, organismos internacionales, profesionales en el área educativa, sociedad de padres y a la comunidad en general para garantizar una educación de calidad, que dignifique al ser humano, que sea inclusiva y donde se respeten los derechos de las personas.
Es por esto que esta fecha es una excelente oportunidad para profundizar en una problemática que nos compete a todos. Es esencial ahondar sobre las verdaderas causas, que llevan a los niños y jóvenes a transformarse en personas violentas e insensibles hacia sus semejantes.
Si buscamos un mundo mejor, estamos obligados a formar hombres y mujeres que valoren, respeten y amen la vida. Esto, a la larga, nos garantizará el día de mañana gozar de una sociedad sana, con valores y verdaderamente humana.
AFM