Aunque uno de sus lemas políticos más repetitivos, es ser cercano a la gente, en su visita a Jalisco, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador no dedicó ni un minuto de su tiempo a los familiares de personas desaparecidas.
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Decenas de madres, padres, hermanos y primos que buscan a sus familiares, arribaron desde las 10 de la mañana, a la base de operaciones de la Línea 3 del Tren Ligero, en Tonalá, donde sería el evento de inauguración de este nuevo medio de transporte.
El evento inició poco después de las 11, terminó a las 12:30 pero el presidente nunca salió a hablar con los familiares.
Los elementos de seguridad y las cercas eran la barrera visible de que no habría diálogo, a menos, que el presidente saliera al ingreso principal, sin embargo, la ausencia del mandatario federal durante las casi tres horas de espera confirmó a las personas el desinterés del presidente de escuchar de cerca sus súplicas y peticiones de ayuda para encontrar a sus familiares.
Según el Sistema de Información sobre Víctimas de Desaparición, en Jalisco hay 9 mil 583 personas desaparecidas o no localizadas.
A pesar de que la desaparición de personas es uno de los mayores problemas en materia de seguridad que vive la entidad, hablar con los familiares de las víctimas de desaparición no fue prioridad para el presidente de la República, quien luego del evento de inauguración se marchó.
Cabe destacar, el resto de su agenda no se hizo pública, es decir, se desconoce si realmente tenía otros asuntos urgentes por atender.
JMH