La organización The Side Walk School ha logrado instalar tres escuelas móviles en Reynosa, dedicadas a ofrecer educación básica a niños y jóvenes migrantes, en una frontera donde la crisis migratoria mantiene los albergues saturados y a miles más viviendo en una plaza pública.
“Al tener varias escuelas estamos tratando de ayudar a todos los niños que están varados aquí los niños solicitantes de asilo. Tenemos una en Senda de Vida, una en la Casa del Migrante de Reynosa, tenemos una en un vecindario lleno de solicitantes de asilo que está muy cerca, detrás la última escuela que tratamos de poner en la plaza, el problema es que no hay espacio”.
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La directora de The Side Walk, Felicia Rangel, explicó que el proyecto no solo ofrece educación sino también un empleo a otros migrantes como maestros.
“Nosotros no contratamos americanos, sólo contratamos solicitantes de asilo que tienen títulos de sus países de origen, ellos son los maestros y nosotros les pagamos, de manera que puedan solventar vivir aquí en México mientras están varados y así ellos no tienen que depender de donaciones”.
En un pequeño espacio dentro del refugio, de lunes a viernes, los ahora profesores enseñan desde matemáticas, inglés, artes y también para quienes aún no saben leer o escribir.
A decir del profesor de inglés, la escuelita luce en días con más de 30 alumnos y el interés y agradecimiento de sus padres es motivador.
“Trabajamos con los niños de 3 hasta 15 años, cada hora que tenemos es para diferentes edades. Los papás están agradecidos por la escuela”.
Son 13 colaboradores contratados en Reynosa por The Side Walk School, quienes reciben el material didáctico y el equipo técnico básico para estar en línea con otros maestros en Estados Unidos.
EAS