Alejandro Briones, alias "El Terry", y Brayan, a quien le apodan "El Chato", son dos cargadores de la Central de Abasto del municipio de Puebla, que desde su adolescencia comenzaron con este empleo y se adentraron en el mundo del boxeo, un deporte que los ha inspirado a ser mejores personas y a luchar por sus sueños, lejos de las adicciones.
En entrevista para Multimedios Puebla, 'El Terry' dijo que a sus ocho años tuvo que dejar sus estudios para aportar dinero en su hogar debido a una crisis económica por la que atravesaba su familia. A su corta edad, el único empleo que consiguió fue como diablero y, debido a su condición física, decidió entrar a boxeo, y a sus 20 años sigue siendo su gran pasión.
- Te recomendamos ¡Todo un misterio de la física! Cromosomas antiguos en los restos de un mamut se conservaron 52 000 años Ciencia y Salud
Su rutina comienza a las 12:00 de la madrugada cuando entra a trabajar. Al mediodía regresa a casa a comer y descansar, para que en la tarde acuda al gimnasio, donde su entrenamiento dura cuatro horas: una para correr, otra para su rutina en los aparatos y las dos horas restantes dedicadas a la técnica de boxeo.
“Es mucha dedicación, mucho esfuerzo; más que nada, luego estás cansado y tienes que echarle ganas por las competencias que vienen. Seguirse preparando, la corrida, la preparación, es muy difícil. En la comida, mantenerse, dar un peso, todo es muy desgastante, pero es bonito”, dijo el boxeador.
Ambos jóvenes han obtenido títulos en el municipio y en el estado de Puebla, en el Torneo de Barrios, peleas locales y hasta los Guantes de Oro en distintas categorías.
Brayan, a quien le apodan 'El Chato', es un joven que, a sus once años de edad, se subió por primera vez a un ring y descubrió que esto es a lo que se quería dedicar para toda su vida. A sus 15 años, se convirtió en papá de una bella niña a quien le dedica sus victorias y cinturones que ha ganado con esfuerzo y disciplina.
“Soy campeón del Torneo de Barrios, tres veces. La gané en 50 kilos, en 54 y este año la gané en 57 kilos, Guantes de Oro, y me dieron un reconocimiento en la Cámara de Diputados en el Estado de México”, señaló Brayan.
El sueño de estos dos profesionales en este deporte de contacto es poner en alto el nombre de la entidad con un título mundial, por lo que seguirán trabajando para ser los mejores y dar su mejor desempeño en cada duelo. A la par, continuarán con su trabajo que les ha dado de comer por años y en el que siguen aplicando su fuerza durante sus labores.
Su entrenador y dueño del gimnasio, Francisco Pliegos, aseguró que son unos grandes deportistas y que estará con ellos en todo su proceso, y hasta donde se lo permitan, para verlos crecer en el ring.
“Los dos son muy aguerridos, son muy plantados, les llamamos fajadores, que siempre van hacia adelante, les gusta sentir la adrenalina, sentir los golpes y la disciplina. Para esto hay que ser disciplinados en sus entrenamientos, eso es lo que los lleva a ser así”, aseguró.
Los boxeadores les pidieron a las nuevas generaciones acercarse al deporte y descubrir la adrenalina que solo el boxeo puede ofrecer en cada pelea.
CHM