En México como en el mundo, las redes sociales y la sociedad se encuentran completamente polarizadas y llenas de odio. En días recientes, la polarización llegó a tal nivel que la discusión en Twitter se limitaba a si un bando u otro tenía más "mierda" (literal).
Los conceptos "#FuchiCaca", "#DigoFuchiCacaCuando", "#ElCacas", "#LordCacas", "#FuchiCacaLópez", "#CaCalderon" y otros 22 conceptos relacionados con la "caca" se posicionaron como tendencia a lo largo del lunes y martes. La red social y la sociedad estaban divididas y enojadas. En medio de esa polarización, el caso de Ingrid Escamilla escandalizó a la sociedad por el nivel de perversidad que reflejaba el crimen.
De acuerdo con datos de la herramienta de análisis digital Xpectus, el número de tuits con los conceptos asociados a El Cacas generaron más de 674 mil tuits, mientras que el caso de Ingrid Escamilla tuvo un impacto de 419 mil tuits. Si bien la conversación digital sobre el crimen de Escamilla no logró superar la conversación en número de tuits a la guerra de mierda entre políticos, su impacto social hasta el momento ha sido mucho mayor. La guerra de "mierda" se quedó acotada a una simple guerra de activistas digitales y bots, mientras que el caso de Ingrid Escamilla, logró impactar las fibras más sensibles de la opinión pública digital.
El crimen y el nivel de violencia en el caso de Ingrid Escamilla generaron además una ola de repudio por parte de mujeres en redes sociales. Incluso el concepto "Pena de Muerte" se posicionó como tendencia a lo largo del 11 de febrero. Sin embargo, lo que causó más molestia entre los usuarios de redes fue la manera tan vil en la que autoridades y algunos medios de comunicación filtraron las fotos de la víctima. Esa insensibilidad por parte de algunas mesas de redacción terminaron en la remoción de periodistas y provocó una investigación por parte de las autoridades de la Ciudad de México, a fin de dar con los responsables de la filtración.
La esperanza en redes sociales se abrió con la organización de las mujeres que como medida de defensa a la integridad de la víctima, levantaron una tendencia denominada #IngridChallenge, que tenía un propósito muy claro: desaparecer las fotos del cuerpo de la víctima, con una ola de fotos con paisajes, citas y mensajes de paz en los conceptos "Ingrid Escamilla", "#IngridEscamillaFotos" y "#IngridChallenge". Esta organización digital fue una bocanada de aire fresco para todos. Entrar a la tendencia y ver tantos mensajes e imágenes de amor nos devuelve a todos un poco de fe en la humanidad y el rumbo que estaba tomando la conversación en las redes sociales, que hasta hace unas pocas horas en carácter escatológico.
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Como siempre, las autoridades, los medios y las empresas se quedaron atrás de la sociedad civil organizada; mientras en redes las mujeres se organizaron para levantar una cortina de paz y amor a favor de Ingrid.
Hasta el momento, las empresas Twitter y Google no han respondido sobre qué acciones van a tomar para evitar que las imágenes de Ingrid Escamilla circulen libremente. Las mujeres lograron desaparecer la foto de Twitter, pero si uno googlea, puede encontrar fácilmente el contenido en el buscador.
Felicidades a esas mujeres y a todos los que organizaron y se unieron al #IngridChallenge, nos demostraron nuevamente que hay esperanza en este México polarizado y lleno de odio; nos han brindado una valiosa lección de que la política puede estar en su punto más álgido de crispación, pero la sociedad civil puede unirse para un fin más noble que la vileza en la que nos tiene acostumbrados nuestra clase política.
Gracias a las mujeres y quienes se unieron para honrar la memoria de Ingrid Escamilla, nos recordaron que los mexicanos sí podemos ser mejores y estar unidos para exigir que esta tragedia no se repita.
icc