En la Ciudad de México centros nocturnos que se quedaron sin clientes, obligados a suspender actividades por la pandemia del coronavirus, recibieron permiso de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, para una reapertura parcial con el giro ahora de restaurantes o fondas con las medidas de sanidad necesarias para una nueva normalidad, el primero en hacerlo fue el Bar Savú.
Aprovechando la oportunidad algunos empresarios pusieron manos a la obra para mostrar una nueva cara a su clientela.
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Aunque para muchos de los que solían visitar estos lugares antes de la pandemia puede resultar extraño, algunos siguen visitando el lugar con opiniones encontradas:
"En lo personal, me gusta más el concepto que van a manejar ahorita, el de restaurante, no que el clásico antro, no. Se me hace más cómodo el giro que le diseñaron, puedes platicar mejor. Para mi gusto puedes degustar alguna bebida de tu preferencia algún bocadillo, alguna comida, el lugar está muy espacioso, muy a gusto, la música. Yo lo veo muy bien", declaró a MILENIO, Armando del Valle, un cliente del lugar.
Hoy 18 de agosto el bar Savú, ubicado en Tamaulipas 77 en la colonia Hipódromo Condesa, alcaldía en la Cuauhtémoc, se re inauguró con el nombre de OHANA.
"Tenemos una expectativa muy grande. Obviamente tenemos que cumplir con todas las medidas de salud para que no haya más suspensiones. Ahorita con el 30 por ciento de capacidad no podemos tener un lugar lleno, pero sí queremos que la gente venga a conocernos es el primer antro que se cambia a restaurante y que se hizo un gran esfuerzo desde contratar un chef, 30 personas entre cocineros, ayudantes de cocina, lava lozas, bartender, garroteros, meseros y capitanes. Queremos consolidar un lugar para que la gente tenga que llevar a sus hogares", declaró Gerardo Gonzalez, quién gerente operativo de lugar.
Los trabajadores señalaron estar contentos ya que tras cuatro meses de no encontraron trabajo hoy regresan de nuevo a laborar.
"Creo que todos los cocineros estamos agradecidos con la empresa, que nos hayan brindado un trabajo por que prácticamente yo me quede cuatro meses sin trabajo pues hasta ahorita que llevamos laborando prácticamente una semana", dijo Adrián López, trabajador del OHANA.
Las medidas de seguridad se hacen visibles en la entrada del lugar desde gel antibacterial hasta un control de quien entra y sale.
EB