César López Camacho: Esfuerzo y perseverancia, las claves del éxito para la vida

A sus 41 años, el investigador poblano forma parte de la labor científica en la Universidad de Oxford, lo cual ha representado un reto por estar lejos de su familia y de la cultura mexicana.

César López Camacho, investigador de la Universidad de Oxford en Inglaterra. (Especial)
Puebla /

Para César López Camacho, investigador de la Universidad de Oxford en Inglaterra y orgullosamente poblano, el esfuerzo y la perseverancia son la base del éxito.

Su vida es ejemplo de ello. A los 41 años de edad ha logrado una maestría, un doctorado y cuatro posdoctorados, todos en el extranjero. Antes, estudió la carrera de Ciencias Biológicas y la maestría en la Facultad de Ciencias Químicas en la Universidad Autónoma de Puebla (UAP).

El camino no ha sido fácil, pues para llegar hasta donde está ha pasado muchas noches sin dormir. También fue un sacrificio estar lejos de su patria y su familia.

Ahora trabaja en el Wellcome Centre for Human Genetics de la Universidad de Oxford, donde espera seguir por mucho tiempo porque la investigación es una de sus pasiones. La pandemia representa un reto para él y para muchos de sus colegas, aunque espera seguir aportando sus conocimientos a fin de ayudar a la humanidad.

Le gusta viajar y andar en bicicleta, así como los vinos españoles, en especial, los de La Rioja y la comida. El golf es un deporte difícil, dice, aunque no lo parezca y su hándicap está avalado por la World Handicap System.

Además de la investigación ¿qué más te gusta hacer en tus ratos libres?

“Me gusta mucho viajar a lugares con mucha naturaleza y combinarlo con un viaje gastronómico. Me gusta cocinar y creo que se me da bien las carnes rojas. El pescado, soy bueno cocinando salmón y mi especialidad es cocinar aleta de mantarraya”.

¿Cuál es tu libro favorito?

“Me gusta leer libros de todos los estilos literarios; a veces, con la demanda del trabajo científico, cuesta mucho tener tiempo libre para leer más de lo que quisiera. Uno de mis libros favoritos fue escrito por el historiador estadounidense John M. Barry, titulado 'La Gran Influenza'. Es el relato épico de la plaga más mortal en la historia, donde precisamente pinta de manera literaria cómo surge la pandemia de 1918, las investigaciones científicas que se realizaron y cómo los países sufrieron una devastadora enfermedad que mató cerca de 50 millones de personas en un periodo de dos a tres años. Una lectura obligada para quien quiera dedicarse a la investigación de enfermedades infecciosas y para el lector general, pues informa y educa acerca del impacto de microorganismos en la humanidad”.

Y sobre tus aficiones ¿cuál podrías decir que es la que más te agrada?

“Mi afición es el mundo del vino, me inclino por los vinos españoles, en especial, de la región de La Rioja. He asistido a clases de cata y cada vez me impresiona la complejidad de un producto salido de la uva. También colecciono los corchos de cada botella desde hace 10 años, ¡mejor no digo cuántos corchos tengo!”.

¿También combinas el trabajo con algún deporte?

“En deporte me gusta la bicicleta y me gusta renovarla, hace unos años regeneré una bicicleta de carreras de 30 años de antigüedad y quedó de lujo. El squash es un juego de alto rendimiento y te ejercita muchísimo, me encanta jugarlo, pues en ese tiempo lo único que tienes son cuatro paredes blancas y una pelota; te olvidas de todo y se disfruta mucho”.

En tu muro de Facebook tienes una foto jugando golf, ¿lo practicas?

“Actualmente, soy aficionado del golf y mi hándicap está avalado por el World Handicap System (WHS). Es un deporte muy duro, aunque no lo parezca, pues necesitas mucha paciencia, perseverancia y concentración. Me gusta la actividad al aire libre y juego con amigos de edad y experiencia más avanzada que yo, lo que me ayuda a aprender mucho de ellos”.

En algunas de tus publicaciones pusiste que el esfuerzo es la base del éxito, cuando te referías al triunfo de Checo Pérez, para ti ¿cómo ha sido ese proceso?

“Este paralelismo se da no solo en el deporte, sino en cuestiones profesionales, en el área de la salud, la médica. Nosotros, desde que comenzamos a estudiar y con la intención de ser profesionales altamente capacitados tenemos objetivos; primero terminar una carrera con un objetivo claro, después refinar los conocimientos y comenzar a trabajar en otro tipo de ambientes y otros países”.

A lo largo de estos años seguramente has tenido que sacrificar cosas, ¿qué ha sido lo más difícil?

“Dejar tu país, estar en un lugar donde no estás acostumbrado al clima, a nosotros los mexicanos nos gusta el calorcito, el hecho de irte a un país donde el sol casi no sale y casi no lo ves, eso es algo que no cualquiera aguanta y aparte no estar cerca de la familia, fuera de tu contexto cultural, ese choque es algo que no permite que muchas personas puedan tener la experiencia”.

¿Cuántos años tienes fuera de México?

“Mi primera salida al extranjero fue hace 17 años, cuando fui a realizar mi tesis de maestría en Filadelfia, a un instituto que se dedica a la investigación biomédica, el Instituto Wistar. Después volví a México y trabajé como profesor en diferentes universidades. En ese tiempo las oportunidades eran competidas y con tener una maestría no era suficiente para lograr un contrato de profesor investigador en ninguna de las universidades de Puebla”.

¿Qué es lo que más extrañas de Puebla?

“La naturaleza, el clima, la comida, la calidez del mexicano se extraña. Cuando uno está fuera te das cuenta qué tan cálidos somos y el potencial que tenemos; el potencial es inmenso, por desgracia no nos damos cuenta de que podemos competir en todo, solo hay que buscar las oportunidades adecuadas”.

Se dice fácil ¿has tenido algún momento de duda o siempre has estado claro?

“Creo que el mejor ejemplo fue en el doctorado en 2007 hace 13 años en Manchester, siempre tienes la duda de si eres suficientemente bueno y a veces eso tiene que ver con el Síndrome del Impostor. Mucha gente que es exitosa y ves sus logros lo experimentan, porque a veces sientes que no eres bueno, sientes que no vas a dar el ancho que te van a reprobar que hay muchos mejor que tú; yo en cierto modo llegué a sentirlo porque es un esfuerzo duro, hay mucha exigencia mucho trabajo y un compromiso”.

En tu caso ¿con quién sentías ese compromiso de dar resultados?

“Con la familia, contigo mismo y con el Conacyt que me dio la beca para estudiar en una universidad británica a través del gobierno. Los gobiernos apoyan, pero hay que buscarlo, no te van a dar una beca por estar ahí paradito, tienes que esforzarte”, finalizó.

mpl

  • Miguel Ángel Vargas

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