El Sistema Cutzamala atraviesa por sus peores niveles en su recaudación al estar al estar al 38.2 por ciento de su capacidad total y de acuerdo con científicos, la deshidratación que enfrenta podría extenderse hasta 2025. A decir de Carlos Díaz Delgado, investigador en el Instituto Interamericano de Tecnología y Ciencias del Agua (ITCA) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), esta proyección está basada en el comportamiento climatológico de los últimos 13 años y advierte la necesidad de aplicar medidas restrictivas a fin de resguardar el líquido.
En entrevista, indicó que la situación que se atraviesa también ocurrió en 2017, momento en el que diversas partes de México, incluyendo la entidad mexiquense, manifestaron episodios de aridez intensa que dejaron repercusiones económicas y sociales. En este sentido, destacó que esta situación se ha extendido y pronostican que dure un par de años más.
“Estamos en una deshidratación del sistema, pongámoslo en estas palabras y está llegando, pues a sus niveles más altos hasta ahora y para recuperar el nivel de hidratación del sistema es muy probable que se requieran al menos un par de ciclos más, es decir, dos o más ciclos de lluvia, es decir años, para recuperar el estado normal o promedio del del sistema”, informó.
Con apoyo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), ilustró cómo ha sido el comportamiento de las sequías y rememoró que entre 2011 y 2013 fue documentada una de las más severas con impactos económicos, agronómicos, pecuarios y sociales.
El especialista comparó la condición actual del país con la de hace trece años y si bien no es igual, logró identificar una serie de características que ponen en alerta a la comunidad científica, como son el calentamiento global y cierta correlación con las manchas solares, las cuales se esperan incrementen la radiación durante el 2024 y 2025.
Lluvias son la alternativa, pero no serán suficientes
El último reporte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) retrata la misma fotografía desde hace meses, una gráfica en color rojo que advierte la situación crítica que atraviesa el Sistema Cutzamala, conformada por las presas de Villa Victoria, Valle de Bravo y El Bosque, esta última en Michoacán.
Cada semana logran superarse y establecer un nuevo récord a la baja. El corte del 26 de febrero arrojó que están al 38.2 por ciento de su capacidad total, equivalente a 227.27 millones de metros cúbicos de agua; cuando el almacenamiento histórico de esta fecha es del 73.4 por ciento de su capacidad, iguales a 574.66 millones de metros cúbicos del recurso.
Esto quiere decir que el 2024 arrancó con un déficit del orden de 37 por ciento y las estimaciones de la autoridad es que los niveles continuarán a la baja por la lejanía de la época de lluvias.
“Estamos en un periodo deficitario desde 2017, en este periodo de sequía que estamos viviendo y pues tendrá que llover más en o esperemos que llueva más en los próximos años para ir recuperando el nivel de hidratación del sistema y llegar a una condición promedio, que es la que llamamos condición normal, entonces mientras tanto estaremos en periodos deficitarios y esto pues nos obliga a tomar medidas de mitigación adaptación reutilización de recurso”, destacó el académico.
Le cierran la llave a los ciudadanos; prometen mejoras para 2024
La Conagua abastece directamente desde el Sistema Cutzamala a los municipios Acolman, Atizapán de Zaragoza, Coacalco, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Huixquilucan, Naucalpan de Juárez, Nezahualcóyotl, Nicolás Romero, Ocoyoacac, Tecámac, Tlalnepantla, Toluca, Tultitlán Temoaya y Lerma; además de las alcaldías de la Ciudad de México.
Desde hace más de dos años comenzó con una serie de medidas restrictivas y una de las más agresivas fue la de disminuir el suministro. A la fecha el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX), recibe 4.859 metros cúbicos de agua por segundo; mientras que la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) capta 3.132.
A decir de los especialistas, es necesario aprender a vivir “con menos agua y maximizar la utilización del recurso”, sin embargo, los que más recienten la medida son los ciudadanos.
Durante las últimas semanas se ha vuelto común ver circular pipas de agua particulares en diversos puntos del estado y la ciudad de Toluca, no es la excepción. Tras un recorrido realizado por MILENIO, vecinos afirmaron que llevan hasta tres meses sin el servicio en sus domicilios a pesar de vivir en la capital y la respuesta del ayuntamiento es la abastecerlos con pipas.
Los suburbios del norte de la capital mexiquense son de los que más han resentido esta situación. A decir de Patricia Muñoz, una de las vecinas afectadas, deben de abastecerse con pipas que cuestan 900 pesos y que son gastos extraordinarios, lo cual reclaman al ayuntamiento.
“Comprar pipas, pipas y pipas, yo la verdad es que estaba pensando en ir a pagar el servicio de agua… lo paga uno anual. ¿Para qué? si ya llevamos un mes que no tenemos agua y no nos cobran cualquier cosa”, declaró.
La vida para miles de ciudadanos ha cambiado, ya que sin agua no pueden bañarse, lavar los trastes o la ropa, por lo que recurren a otras alternativas, como el abastecer sus cisternas, aunque la calidad del líquido sea dudosa y la vista se vea opaca. Para prevenir enfermedades, en sus depósitos utilizan desinfectantes de alberca, indicó Arturo Castillo Montalvo.
“Éste es un desinfectante para el agua, para quitarle todos los gérmenes, es para lo que sirve, aquí está revisando para cuando se acaben las pastillas de aquí tenemos el repuesto… la situación está difícil, que nos haga caso Agua y Saneamiento a apoyarnos porque nos cobran el agua”, dijo.
Como paliativo el Ayuntamiento de Toluca puso a disposición de la ciudadanía una línea telefónica para solicitar que llegue un carrotanque hasta la puerta de su casa, sin embargo, la demanda es demasiada en una de las zonas metropolitanas más grandes de México.
A mediano plazo, la administración municipal trabaja de la mano con la Secretaría del Agua del Estado de México, la cual anunció una serie de 22 proyectos para hacer frente a la escasez del líquido y el nuevo panorama que enfrentarán los más de 17 millones de habitantes de la entidad mexiquense en los próximos años.
PNMO