México cuenta con aproximadamente 300 perros de rescate, la mayoría forman parte de la Sección Canina del Cuartel General de la Secretaría de Marina, se trata de binomios caninos que con base en sus características son escogidos desde pequeños para desarrollar importantes labores que van desde rescate, policiales y de búsqueda.
"Nosotros desde que los seleccionamos observamos cómo se comportan con su manada", explicó Flor Herrera, entrenadora de perros rescatistas en Guanajuato.
Para su selección, entra en consideración la capacidad de respuesta del animal y el nivel de inteligencia para aprender las ordenes con rapidez, así como sociabilidad para con otros perros y humanos. En cuanto a las características físicas, se busca generalmente que sean robustos y fuertes para soportar la gran carga física que conlleva su trabajo.
Aunque la raza más utilizada son los Pastor Alemán, también participan los Labrador, Golden Retriver y el Braco húngaro, todos ellos razas grandes.
El adiestramiento inicia desde que tienen dos meses de edad, donde se les enseña a través de juegos y premios, cuando son mayores entrenan diariamente de 5 a 6 horas, los horarios varían entre la mañana y noche bajo diferentes condiciones climáticas para prepararlos ante cualquier situación, inclusive se recrean escenarios adversos para replicar con los que se podrían llegar a topar.
"Tratamos de simular lo más que se puede ese tipo de condiciones, tenemos áreas con escombros y con túneles que asemejan lo que va a encontrar para que no sea tan desconocido el espacio para ellos”, agrega.
Su olfato destacado constituye un aspecto clave, los perros rescatistas son entrenados para identificar olores muy específicos que les permiten rastrear personas vivas o muertas entre los escombros o en situaciones en las que una persona se encuentre atrapadas.
La carrera de un perro de rescate es de aproximadamente seis años, después de este tiempo los perros alcanzan la edad para jubilarse y pueden ser adoptados