A diferencia de otros años, las calles de la Ciudad de México lucen vacías, luego de que pastelerías y restaurantes tuvieron que cerrar o migrar a un esquema de servicio a domicilio en este 10 de mayo para adaptarse al cierre y confinamiento que generó la pandemia por el coronavirus.
Tal es el caso del restaurante Montmartre en Coyoacán, donde a pesar de que las mesas y sillas del lugar están amontonadas en un rincón, su cocina trabaja con velocidad para surtir los pedidos que tuvieron para esta celebración especial.
Para esta ocasión el restaurante optó ofrecer dos menús especiales para poder consentir a todas las mamás sin que tengan que salir de sus hogares, y sobre todo para poder mantener a su plantilla de trabajadores que se ha visto afectado por las medidas de protección sanitarias.
“Nosotros lo que hicimos fue promovernos en redes sociales y tuvimos muy buena respuesta de nuestros clientes y ahorita ya estamos preparando las entregas, algunos van a venir por su pedido y otros más serán entregados directamente en sus casas”, dijo Bernardo Moreno.
No obstante, el autoconfinamiento ha reducido los ingresos de este negocio ya que la venta de este día no se compara con otros años donde los ingresos pueden llegar incluso a cuadriplicarse en un día como este, por lo que ya analizan la forma de ampliar su oferta en línea.
Las pastelerías son otros de los establecimientos que se han visto afectados por la baja movilidad que se registra en la ciudad; sin embargo, la mayoría mantienen sus puertas abiertas adoptando medidas de sana distancia y un acceso restringido de clientes a los locales para evitar las aglomeraciones.
Diego trabaja en una pastelería en donde habitualmente la mayoría de los pedidos se hacen con anticipación; sin embargo, advierte que los que recibieron en esta ocasión no se comparan con años anteriores, por lo que confía en que durante el transcurso del día llegue más gente.
Asimismo indicó que procuran despachar rápido a los clientes que llegan a recoger sus pedidos o a comprar algún producto para que no permanezcan por mucho tiempo, además de que limpia constantemente el mostrador y ofrece gel antibacterial a sus clientes; mientras que el usa su filipina y cubrebocas en todo momento y lava constantemente sus manos.
“Recortamos un poco nuestros horarios, normalmente estamos los domingos hasta las 6, pero hoy esperamos estar abiertos hasta las 8 por el día de las madres, aunque la demanda de los pasteles cayó hasta un 70 por ciento a pesar de que es uno de los días más fuertes”, agregó.
Algunas otras pastelerías en distintas zonas únicamente permiten el ingreso de una persona el establecimiento mientras que afuera la gente hace filas con sana distancia para poder ingresar a recoger sus pedidos o a elegir el pastel de su agrado.
EB