Por covid-19, producción de ataúdes en Tlaxcoapan, Hidalgo, se ve afectada

La solución para muchas personas que han perdido a un familiar por causa del coronavirus ha sido acudir a crematorios. Y ahí, el ataúd no suele entrar en la ecuación por razones de costo.

Ante el creciente uso de la cremación, los productores de ataúdes han entrado en crisis. (Especial)
Elizabeth Hernández
Ciudad de México /

Aquí, la muerte hace que la economía gire. Si la industria nacional de los féretros tuviera una capital, Tlaxcoapan, en Hidalgo, sería su base de poder: en este pequeño municipio se produce el mayor número de ataúdes per cápita en todo el país, con decenas de personas dedicadas a la elaboración de cajones. Los hay de lujo y sencillos. Y entre ambos extremos, de todo tipo: con adornos, barrocos, santos, vírgenes, tallados, bonitos, feos y espartanos.

Por eso, ha sido todo una ironía que durante el mayor pico de muertes de los últimos años, a raíz de la pandemia de covid-19, buena parte de la industria emblema de Tlaxcoapan esté en crisis. Contrario a lo que podría pensarse, las ventas van a la baja para el grueso de los productores.

El problema principal es que en una crisis como ésta, la solución para muchas personas que han perdido a un familiar por causa del coronavirus ha sido acudir a crematorios. Y ahí, el ataúd no suele entrar en la ecuación por razones de costo.

“En la Ciudad de México y Monterrey la cremación ha ganado terreno”, indicó Pedro Jaramillo Quintero, presidente de la Asociación de Fabricantes de Ataúdes y Artículos Funerarios de la República Mexicana. Según estima, en Tlaxcoapan hay un aproximado de 300 fabricantes de ataúdes.
“No hemos tenido casi venta de ataúdes, en lo que somos expertos en el municipio, porque lo que más se está solicitando son las urnas, debido a que se está solicitando la cremación en la mayor parte de estos casos”, dijo.

Leticia García, de Ataúdes Viveros, explica que otro problema ha sido la depreciación del peso frente al dólar, ya que algunas piezas del ataúd, principalmente las metálicas, vienen de Estados Unidos.

Ahora bien, dentro de este panorama, hay una excepción: quienes tienen contrato con las grandes funerarias de la Ciudad de México sí tuvieron suerte, debido a que en ellas es obligatorio el uso del féretro antes de pasar a la cremación. Ejemplo de esto es Miguel Ángel Tovar Corona, de ataúdes Tovar, cuyas ventas han ido en aumento hasta en un 100 por ciento, ya que su mercado está en la Ciudad de México.

“Los económicos son los que más se están vendiendo en la Ciudad de México, en 3 mil pesos y nos han solicitado unos 200 ataúdes al mes, que son fabricados de madera de pino. Es la primera vez que vendo esta cantidad y seguimos trabajando 10 personas para realizarlos, aunque todo con las medidas de sanidad, cada quien con su equipo y cada uno en su área del trabajo”, indicó.

Ante esta situación, Jaramillo Quintero señaló que la cuestión sanitaria debe ser prioridad en estos momentos en los que el país vive una pandemia inesperada, por lo que mantendrá una reunión con los fabricantes de ataúdes en el país, con el fin de que se lleguen a acuerdo y exigir a las autoridades que se norme el uso de éstos.

“Estamos buscando con la Asociación de funerarios, de ir de la mano con ellos, pero buscaremos a la secretaría de Economía para tener espacio para trabajar y normar la actividad, que se regule la fabricación y las características de los ataúdes para esta nueva normalidad que vamos a vivir, porque sólo nos regula la NOM 036, y regula el servicio funerario, misma que se modificó, pero no así el reúso de los ataúdes”, indicó.


Funerales en Hidalgo 

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dio a conocer que el paquete de inhumación en la Ciudad de México tiene un promedio de 10 mil 768 pesos, mientras que el servicio de cremación, 12 mil 852 pesos.

En Hidalgo, la cremación va de los 3 mil, en el crematorio municipal y de 10 a 12 mil pesos, en funerarias privadas.

En funerarias privadas de Hidalgo se ofrecen diferentes paquetes para dar el último adiós a un ser querido y van desde los 25 mil pesos hasta los 70 mil pesos, con diferente tipo de servicios como catering, traslado del cuerpo, capilla, libro de condolencias y obituario en línea.

Cifras

450 fabricantes de ataúdes se estima que hay a nivel nacional 6 mil funerarias existen en el país en aproximado 10 por ciento de las funerarias en Hidalgo reutilizan los féretros en sus servicios

Qué dice la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) no obliga a la incineración de los cuerpos de personas fallecidas por covid-19, por lo que en México ha dado la facultad a los estados para resolver el tratamiento de los cadáveres, mismos que deben ser tratados con la responsabilidad en materia de salubridad, según indica el Diario Oficial de la Federación del 17 de abril de este año.

Ante esta premisa, sólo la mitad de las entidades carecen de políticas para el manejo de los fallecidos y en los que han dado a conocer sus lineamientos y disposiciones sobre el tema, ninguno ha ordenado la cremación, sin embargo, por costos, familiares han optado por preferir la cremación, sobre todo en el norte del país, indicó Pedro Jaramillo Quintero, representante legal de Litomexsa S.A. de C.V, además de ser presidente de la Asociación de Fabricantes de Ataúdes y Artículos Funerarios de la República Mexicana.

ledz

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