La comisionada del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información de Ciudad de México (InfoDF), Marina San Martín Rebolloso (Ciudad de México, 1977), se considera aventurera y trabajadora; cada uno de sus logros, dice, los ha obtenido con base al esfuerzo, la dedicación y la entrega.
Marina, comisionada del instituto hasta 2024, recuerda que decidió estudiar derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) porque siempre le llamaron la atención los temas de transparencia, “aquello de lo que las autoridades no querían que se supiera”.
Desde pequeña le gusta la música tradicional, en especial las de Veracruz, Chiapas y Jalisco, por lo que no desaprovecha ninguna oportunidad para “zapatearla”.
¿Quién es Marina?
Soy hija de una familia de trabajo; de un ingeniero mecánico egresado del Instituto Politécnico Nacional y de una maestra normalista, crecí en Azcapotzalco. Tengo 42 años y estoy casada.
Soy egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, generación 1996-2000. Para mí, la UNAM representa una gran oportunidad porque nos permite, a quienes no tenemos tantos recursos, acceder a la educación.
¿Qué le gusta hacer en sus tiempos libres?
Me gusta ir a la Marquesa y a Malinalco con mi esposo. Me gusta mucho caminar y explorar. Cuando estamos por Reforma o el Centro Histórico nos metemos a los museos. También me gusta el teatro, el cine... la danza regional me encanta porque es la que he practicado.
¿Cómo comenzó su gusto por la danza?
Mi papá es originario de Veracruz y baila huapango, entonces salí con ciertas características para bailar bien, pero el gusto aumentó a los ocho años, cuando me metieron a clases de danza. Me gustaba bailar temas regionales de Chiapas y Jalisco, después lo dejé un tiempo pero lo retomé en la secundaria y la preparatoria. Bailar es de las cosas que más me relajan; siempre que hay oportunidad, no puedo evitar echarme mis zapateadas.
¿Qué tipo de teatro le gusta ver?
Me gusta mucho el musical, no solo por la actuación, sino por las coreografías y el canto, es un género que combina muchas disciplinas. También me gusta el teatro crítico, serio, psicológico, que te hace pensar, las obras que tienen que ver con el comportamiento humano, que son de sentido social.
¿Se considera melómana?
La verdad es que sí. Si voy en el carro, me encanta escuchar música de los 80 y de los 90. Crecí en la época de los 80 y tuve mucha influencia de la música pop en inglés, de algunos grupos de los 70, como Queen, Elton John y Billy Joel, y de los 80, como George Michael; sin embargo, tengo que confesar que también escuchaba a Timbiriche y a OV7.
¿Canta?
En la ducha y con quien aguanta escucharme porque, con toda honestidad, no creo tener mucho talento para eso; a veces lo hago con la familia y con los amigos en alguna convivencia.
¿Qué es lo más loco que ha hecho?
Los deportes extremos. Me he aventado del bungee dos veces, la primera vez con una de mis mejores amigas y la segunda sola. Recuerdo haberlo hecho hacia atrás y con los brazos abiertos, fue una sensación en el estómago muy excitante, llena de libertad, es una decisión de vencer todos los miedos.
¿Si pudiera, qué momento especial le gustaría repetir?
Las navidades, cuando iba a Ozuluama, Veracruz, el pueblo de mi papá, convivía con la familia, me llevaban al campo y a montar a caballo. También los cumpleaños, mi mamá era muy de hacernos fiestas, iban todos los amiguitos y estaba la convivencia familiar.
¿Qué le gusta comer?
Me gusta mucho el pozole; de la comida italiana, la pizza y las pastas acompañadas de un vino tinto; de postres, los helados... si estuviera en mi lecho de muerte, pediría un helado.
¿Qué lugar quisiera conocer?
China, es de los sitios que me faltan y que tiene una cultura totalmente distinta, llena de contrastes; de los lugares que me ha encantado visitar, India es espectacular, se parecen a México, es muy espiritual.
¿Qué la inspira?
Tengo una frase que dice que todo implica trabajo y esfuerzo. Creo que no debemos de perder la fe y la esperanza de hacer lo que queremos; también creo que uno debe de estar listo para las cosas cuando llegan, aunque muchas de ellas no dependen de uno, hay que buscar las oportunidades.