Los dos estudiantes de Medicina que arribaron de intercambio con Colombia, los cuales fueron asesinados junto con otro de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) y un conductor de Uber en Huejotzingo, llevaban unos meses en Puebla.
De acuerdo con una fuente cercana al caso, Francisco Javier Tirado, de 22 años y alumno de la UAP, hace quince días regresó de Bogotá, Colombia, donde estuvo de intercambio.
Durante su estadía, conoció a José Antonio Parada y a Ximena Quijano, ambos estudiantes de Medicina de la Fundación Universitaria Sanitas, quienes después realizaron los trámites para estudiar en la Upaep.
Por lo anterior, José Antonio Parada y Ximena Quijano desde hace unos meses estaban en Puebla y realizaban su residencia en el Hospital de San Andrés Cholula.
Tras su regreso a Puebla para continuar con sus estudios en la UAP, Francisco volvió a contactar a los estudiantes colombianos, debido a que hicieron buena amistad.
El domingo pasado, los jóvenes decidieron ir al Carnaval de Huejotzingo, donde estuvieron con otro grupo de amigos en común. Horas más tarde, abordaron una unidad de Uber cuando, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE), fueron interceptados y asesinados.
Tras realizarles las necropsias de ley en el Semefo, las autoridades entregaron los cuerpos de las víctimas a sus familiares.
El primero que entregaron fue el del estudiante de la UAP, originario de Xalapa, Veracruz, por lo que sus familiares contrataron una carroza para llevarlo a su estado natal, cerca de las 10 horas.
Después, a las 12:30 horas, las autoridades entregaron el cuerpo del conductor del Uber, quien dejó un niño de 7 años en orfandad.
Por último, a las 14:55 horas, con ayuda del abogado de la Fundación Universitaria Sanitas, se entregaron los de los dos estudiantes colombianos.
En cateo, hallan objetos de víctimas
La Fiscalía General del Estado informó que fueron cateados y asegurados tres inmuebles de Santa Ana Xalmimilulco, en Huejotzingo. Entre los indicios asegurados se hallaron cartuchos de diversos calibres, celulares, placas balísticas para chalecos, narcóticos, así como objetos que presuntamente pertenecían a las víctimas incluyendo papelería y material médico.
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