Para Evelyn Susana Martínez Marín, trabajadora del área de Violencia Familiar de Fiscalía General del Estado (FGE) y madre de una niña de 13 años, el festejo del 10 de mayo no fue igual que años anteriores, donde se reunía con su mamá y sus hermanos en una tradicional comida familiar, pues ante la contingencia del covid-19, se la pasará en casa con su hija, y solo felicitará a su mamá vía telefónica.
Además que al seguir laborando de manera normal en la Unidad de Violencia Familiar y de Género, en el área de litigaciones e incluso con más horarios, ya que cubre los espacios de sus compañeros que están en el rango de vulnerabilidad por el coronavirus, Evelyn platicó con Milenio Puebla sobre la combinación de ser madre, ama de casa, y una profesionista.
“Me la pasaré en casa con mi hija, y solo le hablaré por teléfono a mi mamá, para saludarla, así como a mi abuelita paterna que aún me vive, y pues a seguir trabajando. Mantengo con ellas la comunicación por teléfono, ya que sigo trabajando y llegan personas de todos lados”, dijo al recordar que años anteriores, el festejo del 10 de mayo, era con su mamá y hermanos.
Con 19 años laborando en dicha institución, detalla que ser madre nunca fue motivo para dejar su trabajo, sino al contrario una motivación para seguir ayudando, aunque reconoce que hay días amargos por tantos casos de violencia, y en ocasiones ha sido imposible dejar ese mal rato en la oficina.
Agregó que si bien trata cientos de casos de violencia en contra de mujeres de todas las edades, le ha ayudado a ver a fondo las medidas de prevención, las cuales sirven para alertar a su hija y a que ella tenga más cuidado.
“Los horarios que tengo son variados y más al tener audiencias no hay horarios fijos, pero tenemos espacios donde los aprovecho para darle tiempo de calidad a mi hija”, dijo al insistir que ama mucho su profesión y solo se retirará cuando sienta que no es una servidora eficiente. “El amor por mi hija me hace esforzarme y me da motivos para seguir sobresaliendo”.
Martínez Marín indica que ahorita con la modalidad de clases en línea, después de su jornada laboral llega a casa para revisar las tareas y actividades que su hija realizó durante el día, donde además tiene comunicación con sus maestros para saber si la menor está cumpliendo, ya que en las horas de trabajo, solo tiene comunicación telefónica con ella.
Del mismo modo, señaló que si bien tiene guardias de 12 horas o hasta de 24, se da tiempo para cocinar, y preparar postres durante esta pandemia, acción que dice la relaja y ayuda a pasar el tiempo con su hija.
Para terminar, Evelyn Susana recuerda dos casos de violencia que la han impresionado a lo largo de su carrera, “había una chica de 17 años que venía de la Sierra Negra y solicitaba un albergue, tenía ocho meses de embarazo, fue abusada por su papá y ya había tenido dos abortos, era su mamá la que le daba té para que abortara. Pidió que se le protegiera y ayuda para sus hermanas ya que irían por el mismo camino. Y el segundo fue un intento de feminicidio, donde la mujer fue agredida por su esposo enfrente de sus hijos con un machete”.
mpl