En medio de las distintas crisis que motivan a miles de personas a dejar sus países para buscar una mejor vida en Estados Unidos, el crimen organizado, posiblemente vinculado al narcotráfico, ha aprovechado esta situación para lucrar con la migración, muchas veces a base de estafas.
La desinformación pone en peligro la vida de miles de migrantes que atraviesan Centroamérica y la selva del Darién, cuyos riesgos son infravalorados por numerosos mensajes falsos en las redes sociales.
La agencia EFE en colaboración con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ofreció algunos consejos para actuar frente a mensajes sospechosos que motivan a las personas que van a abandonar su país en búsqueda del sueño americano.
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No compartas contenido que te genere dudas
El primer paso para utilizar de forma responsable las redes sociales es no diseminar afirmaciones antes de confirmar su veracidad.
Tomando en cuenta que la desinformación muchas veces apela a lo emocional, cuanto más llamativo o alarmante sea el contenido, con mayor precaución debe manejarse.
Si el contenido desencadena emociones muy fuertes vale la pena preguntarse:
- ¿Es posible que esto esté manipulado?
- ¿El autor del video puede tener interés en desinformar?
- ¿Qué gana el creador del material si se trata de un engaño?
Reproducir engaños en línea, aún sin intención, ayuda a amplificar su impacto nocivo.
Desconfía de publicaciones sin fuentes
La ausencia de fuentes y fechas claras que indique el origen de una información es un motivo de alarma.
Muchos de los rumores que afectan a migrantes, como los que anuncian supuestas aperturas de fronteras o actualizaciones de requisitos para procedimientos migratorios, se difunden sin sustento alguno.
Ante la falta de cualquier prueba, lo más prudente es dudar.
Existen muchos sitios web que se presentan como noticiosos pero que en realidad no son legítimos o su objetivo es ganar dinero diseñando artículos sensacionalistas que generen clics.
Corrobora en medios y portales oficiales pero cuidado con la suplantación
Es fundamental revisar si el contenido recibido ha sido publicado por medios fiables o en canales oficiales de los diferentes países.
Sin embargo, hay que saber que muchos engaños se difunden con capturas de pantallas que pueden estar trucadas o que omiten algún contexto.
Asimismo, es habitual que muchas publicaciones imiten la apariencia de un diario o de una agencia gubernamental para engañar, lo que obliga a extremar la precaución.
Sé cauteloso con las imágenes y videos en línea
No siempre los videos y fotografías compartidos en línea muestran la realidad. En muchas ocasiones se pueden emplear montajes, imágenes sacadas de contexto o generadas con inteligencia artificial para sustentar falsedades.
Quienes están detrás de la desinformación usualmente prescinden de detalles de manera maliciosa.
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Por ejemplo, en el pasado EFE ya explicó cómo muchos migrantes que atraviesan la selva del Darién lo hacen motivados por videos de TikTok que ocultan las dificultades del trayecto y prometen viajes exclusivos.
Algunas herramientas gratuitas como Google Lens permiten hacer una búsqueda inversa a partir de imágenes y así examinar si el material ya circuló antes.
Envía los contenidos dudosos a los verificadores
Por último, siempre existe la opción de ponerse en contacto con los verificadores, que son equipos de periodistas especializados en desmontar falsedades.
EFE Verifica tiene un formulario en su página web dispuesto para consultas ciudadanas, así como también un canal de WhatsApp por el que se pueden enviar preguntas. (+34 648434618).
En definitiva, conviene aplicar un principio de cautela con los mensajes difundidos en servicios como WhatsApp y Telegram, las redes sociales e internet en general, aunque procedan de amigos y familiares.
aag