Ante la pandemia del covid-19 que está generando complicaciones a la salud, muertes y problemas económicos en las familias, es fundamental que las personas acepten, entiendan y no aludan sentimientos como tristeza, ansiedad, negación, culpa, depresión y enojo.
En el punto anterior coincidieron en encuentros virtuales realizados por separado, Carlos Becerra Rebelo, investigador en Psicología de la Universidad Anáhuac, y Dulce María Pérez Torres, investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).
Por un lado, durante la Cátedra Prima organizada por la Escuela de Psicología de la Universidad Anáhuac Puebla, Carlos Becerra Rebelo, especialista en psicología de la Universidad Anáhuac México, destacó que el duelo por la pérdida de un ser querido produce diferentes emociones y como respuesta al dolor, el cerebro empieza a regular con acciones y estrategias de control para evitar el malestar a corto plazo.
Ante la comunidad estudiantil y académicos de la universidad poblana reunidos en formato virtual, el especialista aconsejó aceptar estos sentimientos, entenderlos y no eludirlos, ya que a largo plazo pueden atraer mayores contrariedades.
Al presentar la denominada “Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)”, Becerra Rebelo resaltó la importancia de promover la aceptación del malestar y hacer un espacio a las emociones y no luchar para desaparecer el síntoma.
“Aprender a convivir con las sensaciones y pensamientos, para enfocarse en lo valioso e importante que cada individuo tiene y así darle sentido a la vida. Los pensamientos y emociones son parte de nuestra historia. Cuando más nos resistimos, el dolor es mayor; mientras más rígidos estamos, menos podemos hacer cosas diferentes”, señaló el especialista.
Por separado, Dulce María Pérez Torres, catedrática de la Facultad de Psicología de la Upaep, en su análisis sobre los efectos de la pandemia del covid-19 en la sociedad, destacó que, en estos momentos de adversidades, es importante que las familias, vecinos y los grupos particulares en donde las personas se van desarrollando, trabajen de manera solidaria en la reconstrucción del tejido social.
Explicó que, en una situación de adversidad como la que se está viviendo por la covid-19, la mayoría de las personas tratan o buscan cómo recomponer ese tejido social o esas relaciones que había establecido con otros grupos en diferentes momentos.
“Ahora las personas, por el confinamiento que se vive, tienen la oportunidad de conocer mejor a sus vecinos, de conocer como es el comportamiento cotidiano de la zona en la que vive, ya que en la normalidad anterior, por el trabajo, no se presentaba esta situación de convivir con otras personas que se encuentran más cerca de donde viven”, apuntó.
La situación de la pandemia es una oportunidad para contribuir a la recomposición del tejido social, pero que depende de cada persona, de lo que quiera y tenga como medio para poder relacionarse con las demás personas, agregó.
“Nos estamos recomponiendo todos cada día, a lo mejor nuestras estrategias no son las más adecuadas; sin embargo, a nivel interno, a nivel social de los grupos pequeños si hay esta parte. Porque nos estamos dando cuenta de cómo está nuestra economía, qué estamos dejando de comprar y de cómo aprovechamos mejor las cosas y de cómo tratamos de solucionar los problemas, de acuerdo a los alcances de cada familia o grupo”, finalizó.
mpl