La enfermedad de Epidermólisis bullosa, conocida como piel de mariposa, que padece el pequeño Gael orilló a su madre, Reina García Domingo a iniciar el emprendimiento de la venta de café de altura para poder costear los tratamiento de su hijo, convirtiéndose un caso de éxito al establecer su propia marca.
En entrevista con Multimedios Puebla, Reina García explicó que hace seis años los doctores diagnosticaron a su hijo con la enfermedad de piel de mariposa, la cual es permanente y consiste en una mayor fragilidad de la epidermis, por lo que debe de tener un tratamiento por el resto de su vida.
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Ante esta situación, la poblana originaria de Zongozotla comenzó con la venta del café que siembra junto con su esposo, siendo sus primeros clientes los doctores del hospital en donde su infante era atendido.
“Él tiene piel de mariposa, la enfermedad que tiene es que su piel no tiene otra capa, nosotros cuando nos lastimamos nada más nos raspamos, pero él no, a él se le abre la piel y entonces hay que estarlo cuidando constantemente”, declaró.
Reina García explicó que tras acudir a una expo a ofrecer su producto, la secretaria de Desarrollo Rural del gobierno del estado, Ana Laura Altamirano Pérez le ofreció integrarse al programa de Mujeres Rurales y con ello poder tener un mejor desarrollo de su producto, invitación que fue aceptada.
Una vez que García Domínguez recibió el apoyo de las autoridades, logró formalizar su propia marca de café, conocida como Pezmatal, el cual toma su nombre del terreno en donde se encuentran sus cosechas de café.
“Yo lucho para seguir adelante, hacer todo el esfuerzo para sacar adelante a mi hijo, él tiene seis especialistas en el Hospital del Niño Poblano pero también tiene cinco en la Ciudad de México”, expresó.
Para Reina García el programa de Mujeres Rurales representó una gran oportunidad para poder sacar adelante a su familia, toda vez que con ello ha conseguido un mayor número de clientes para la venta de su café, reconociendo también el apoyo que ha tenido por parte de su esposo.
Por ello, hizo un llamado a todas las mujeres a que se integren a dicha red de apoyos, ya que a su consideración es la oportunidad ideal para que formalicen un emprendimiento y con ello generen mejores condiciones de vida para ellas mismas.
“Le invitó a todas las mujeres a que se unan al programa, ayuda a nuestra economía, a salir adelante, muchas mujeres viven maltratadas pero podemos salir adelante, hay que demostrar que podemos”, manifestó.
De esta manera, con cada bolsa que se vende del Café Pezmatal, se apoya a que el pequeño Gael pueda tener mejores condiciones de vida, siendo un producto con una buena causa y muestra de un caso de éxito de una mujer poblana que busca sacar a su familia adelante.
“Cada bolsa representa un momento en la vida de Gael y su vida con Epidermólisis bullosa, por ello con la compra de este producto es consentido en apoyo a su tratamiento”, se lee en los empaques de Café Pezmatal.
Programa Mujer Rural, un impulso para el desarrollo de las poblanas
La historia de Reina García ha sido posible gracias al Programa de Mujer Rural, puesto en marcha por parte de la Secretaría de Desarrollo Rural en el 2020, para poder apoyar a las poblanas que cosechan productos o elaboran artesanías.
En entrevista con Multimedios Puebla, Ana Laura Altamirano Pérez, titular de la dependencia estatal indicó que se han atendido a 60 mil mujeres a través dicho programa, buscando también el impulso a productos originarios del estado.
Altamirano Pérez destacó que se ha buscado empoderar a las mujeres, obteniendo hasta el momento buenos resultados debido a que se ha logrado exportar algunos de los productos que ellas elaboran.
“Hemos apoyado a más de 60 mil mujeres, hoy sus productos están trascendiendo, traemos el distintivo orgullo Puebla y eso permite que se vayan identificando como productos poblanos”, mencionó.
La funcionaria estatal refirió que todas las poblanas que se encuentren interesadas en formar parte de Mujer Rural, pueden acercarse a la dependencia estatal, recibiendo el apoyo que necesiten, ya sea en temas de asesorías legales hasta la conformación de su propia marca, siendo todo de manera gratuita.
Indicó que se buscará seguir apoyando a las poblanas, motivo por el cual se espera que se concluya el actual sexenio con un total de 100 mil poblanas incluidas, por lo que el próximo año se reforzarán los trabajos.
Para ello, se seguirán haciendo trabajos como las giras de campo, buscando acercar los programas de la secretaría a todas las personas que tengan interés en formar parte de los mismos, manteniendo una comunicación constante con ellos.
“Vamos por más y por todos los sectores que consideren que Puebla esta destacando (….) Son muchas historias de éxito, muchos casos en donde ellas van a continuar con esta actividad para siempre”, dijo.
De esta manera, Ana Laura Altamirano realizó una invitación para que todas las poblanas se unan a Mujeres Rurales, ya que se les brindará un apoyo permanente y en el área en el cual lo requieran las beneficiarias.
Mujeres en el campo: 123 mil aportan a la cadena productiva
El trabajo de las mujeres en el campo es vital para la economía del estado. En Puebla, un total de 123 mil 18 laboran en actividades relacionadas con el sector primario.
Conforme a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la ocupación de las mujeres en el campo presentó un crecimiento en el último año.
Entre el segundo trimestre de 2022 a igual lapso de este 2023, la fuerza de trabajo femenina en ese sector productivo aumentó 7.0 por ciento.
Lo anterior representa que la población de mujeres ocupadas en el ámbito agropecuario pasó de mil 115 mil 74 a 123 mil 18, lo que representó siete mil 944 más en ese lapso.
Al analizar la posición de la mano de obra femenina en el ámbito agropecuario se observa que ésta representa el 23 por ciento del total de ocupados en esta actividad económica, es decir, por cada 100 personas en este sector, 23 son mujeres.
La participación de las mujeres en este ámbito se da desde la producción de cultivos hasta el procesamiento, la preparación y la distribución de alimentos; además de la ganadería y la pesca que representan áreas de ingreso económico, así como negocios propios y, entre las cuales, algunas realizan quehaceres domésticos, acarreo de leña y agua, trabajo comunitario, se encuentran al cuidado de otra persona, asisten a la escuela o apoyan tareas de mantenimiento de vivienda.
De acuerdo con el informe “Mujeres Rurales Transformando el Campo Mexicano” publicado por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), Puebla se encuentra entre los estados con mayor participación porcentual de mujeres en actividades agropecuarias y forestales.
Del total de mujeres de 15 años o más ocupadas en el estado, cifra que asciende a un millón 235 mil 681, el 10 por ciento se dedica a trabajar en el sector primario, es decir, se presenta como la quinta actividad con mayor participación femenina, después de los servicios, comercio e industria manufacturera.
Pese a su contribución en este sector de la economía, las mujeres en el campo afrontan condiciones de bajos salarios, largas jornadas de trabajo, así como la falta de acceso a instituciones de salud.
Si bien, el número de mujeres en actividades relacionadas con el campo aumentó en el último año, más de la mitad labora sin recibir algún tipo de ingreso, mientras que las trabajadoras por cuenta propia apenas representan el 24.8 por ciento.
De acuerdo con el SIAP, las jefas de familia con negocio en la actividad agropecuaria y pesquera registraron un ingreso promedio mensual de ocho mil 515 pesos, en tanto que, de quienes trabajan en esta actividad gana de uno hasta dos salarios mínimos.
A lo anterior y conforme a los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), se agrega que el 98 por ciento de las poblanas en el ámbito agropecuario labora sin prestaciones, además que un 72 por ciento trabaja entre 15 a más de 56 horas a la semana.
De acuerdo con Naciones Unidas, cada 15 de octubre se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales, el cual, tiene por objetivo destacar el papel que desempeñan las mujeres y niñas rurales en los sistemas alimentarios del mundo.
CHM