Sin amigos, sin boda ni fiesta, Andrea y Carlos se casaron en la parroquia de Guadalupe, en el municipio de San Pedro Garza García.
A diferencia de las ceremonias clausuradas y sancionadas por el municipio, la historia ahora fue diferente, ya que ellos aplazaron la fiesta hasta que termine la pandemia.
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La pareja se casó en la iglesia sampetrina, ubicada en la cabecera municipal, sólo con sus papás y el padre, pero sin ninguna celebración, informó Dinorah Cantú, secretaria de Atención y Participación Ciudadana, durante el espacio "Entérate".
"Quiero compartirles la historia de Andrea y Carlos, la semana pasada se casaron en la parroquia de Guadalupe, aquí en el casco (municipal), solamente fueron sus papás, no hubo fiesta, no hubo evento, la reunión social y familiar será cuando la pandemia termine.
"Es importante decir es que no es que nosotros estemos en contra de las bodas, sino a favor de cuidarnos y de propiciar todo el contexto y el entorno para comenzar a mejorar y poder reactivar la economía en serio, mientras los números sigan subiendo, los negocios van a seguir afectados y eso nos afecta a final de cuenta a todos", indicó en su transmisión por Facebook Live.
La funcionaria señaló que es un momento especial, pero que también es momento de transformarnos.
"Es momento de celebrarlo en la intimidad de nuestros hogares, solamente con los nuestros, y habrá momento para celebrar una vez que podamos enfrentar y vencer esta pandemia", comentó Cantú.
En días pasados se informó que el municipio había clausurado una boda en el Club Palestino Libanés y sancionó al organizador junto con otras dos más que sí se llegaron a realizarse en residencias particulares de Hacienda El Rosario y Joya del Venado.