Decenas de personas originarias de Cuba y Venezuela pasaron a la intemperie una de las noches más frías de la temporada invernal, al quedarse sobre el cruce peatonal del puente internacional Reynosa-Hidalgo en espera de ser recibidos por autoridades federales de Estados Unidos para solicitar asilo humanitario. Las temperaturas oscilan en los 4 grados con sensación térmica de un grado.
Este martes decenas cumplieron nueve días de permanecer en el lugar, en donde han logrado sobrevivir a los drásticos cambios climáticos por medio de donaciones hechas por comunidades cristianas, sistema DIF y sociedad civil en general, quienes se han acercado a brindar alimento y bebidas calientes, cobertores, colchonetas, lonas para colocarse en la orilla del puente, así como ropa de frío, debido que la mayoría arribó sin pertenencias para las bajas temperaturas.
“Los que van llegando les estamos dando cobija, sábanas… Ayer estuvo Derechos Humanos y les pedimos autorización como lado mexicano si podíamos poner una cobertura sobre todo por lo niños y nos dijeron que si”, indicó Marisol Montelongo, miembro de la iglesia cristiana que voluntariamente han permanecido al cuidado de los migrantes.
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Desde su llegada a Reynosa se ha canalizado además ayuda por parte de médicos debido al delicado estado de salud en que muchos llegaron, y las consecuencias que pudieran traer su exposición al frio y la humedad.
“Hubo una muchachita que ayer tuvo hipotermia y estuvo paralizada, pedimos ayuda de un doctor y aquí la atendió… Hoy amaneció un niño con vómito pero ya se le dio medicamento”.
Son actualmente 54 personas varadas en cruce fronterizo, entre ellas dos bebés de un año de edad, un niño de 8 y otro niño de 9 años de edad.
ELGH