Puebla es un punto estratégico para el paso de transmigrantes que buscan llegar a la frontera norte de México y ante el aumento de operativos y las nuevas medidas establecidas por el gobierno de la República, una identidad falsa y el uso de camionetas y camiones por brechas, son alternativas para superar obstáculos y continuar el viaje.
Así lo explicó el sacerdote, Gustavo Zárate, coordinador de la Pastoral de Movilidad Social de la Arquidiócesis, quien explicó que continuará el apoyo a los transmigrantes y migrantes mexicanos en albergues instalados en Puebla, sin solicitar ningún tipo de documento.
El párroco del templo de Nuestra Señora de la Asunción, ubicado al poniente de la capital del estado y donde se encuentra un albergue de apoyo a los transmigrantes, señaló que la migración es un fenómeno multifactorial.
“Antes, los transmigrantes querían vivir un sueño, querían una vida mejor. Desde hace algunos años, los transmigrantes huyen de la violencia, de la violencia institucional que se vive en sus países. Por ejemplo, nuestros hermanos hondureños están viviendo una revolución contra la imposición de un presidente”, comentó.
Del total de transmigrantes que llegan a los seis alberques que tiene la Arquidiócesis de Puebla para brindarles alimento, descanso y un baño, el 90 por ciento provienen de Honduras; 50 ciento son originarios de El Salvador; y el resto arriba de otros países centroamericanos.
Asimismo, explicó que los migrantes seguirán con su paso por territorio mexicano como lo hacen desde hace años en tren, autobuses “pirata”, camionetas particulares y en vagonetas de turismo.
Parte de los transmigrantes que llegan por carretera a Puebla, lo hacen por la zona de Oaxaca; mientras que otros llegan desde alguna población de Veracruz, en busca de continuar su viaje hacia Tijuana o hacia Tamaulipas.
Los migrantes que no viajan en autobuses siguen la ruta del ferrocarril conocido como "La Bestia", de Veracruz a Puebla y pasan por las regiones de Ciudad Serdán, Tecamachalco, Tepeaca, Acajete, Amozoc y luego siguen hacia Puebla o Apizaco, Tlaxcala. Desde Puebla, los migrantes que llegan del sureste del país, pueden dirigirse hacia la estación de ferrocarriles ubicada en Lechería, Estado de México, punto desde donde salen los trenes para el norte del país; o pueden optar por irse hacia Veracruz para continuar su viaje hacia Matamoros, Tamaulipas.
La mayoría de los transmigrantes que llegan a la ciudad de Puebla, lo han a través de autobuses, camionetas o aventones; mientras que alrededor de 20 por ciento siguen la ruta del ferrocarril.
“Los grupos criminales que operan en las líneas del tren hizo que los migrantes dejaran esa alternativa para llegar a Puebla. Los transmigrantes se exponen a nuevos peligros como ser detenidos con documentos falsos, ser víctimas de la violencia de grupos delictivos y hasta de abusos de la propia sociedad civil”, explicó.
Comentó que parte de los migrantes que pasan por Puebla, llegaban a la Central de Autobuses; sin embargo, muchos otros son guiados por “polleros”, personas que se dedican al tráfico de personas, y en la zona de la colonia La María, al norte de la capital, abortan autobuses y camionetas con destino a Tijuana o a algún otro punto de la frontera norte de México.
Paso por Puebla aumentó en 2009
De acuerdo con el Programa de Asuntos Migratorios del Instituto de Derechos Humanos "Ignacio Ellacuría" de la Universidad Iberoamericana Puebla, los migrantes optan por documentos falsos mexicanos para conseguir un tránsito más seguro.
Desde Chiapas o Guatemala, los transmigrantes ya cuentan con documentos falsos y pueden cruzar estados como Puebla con apoyo de integrantes de redes dedicadas al tráfico de personas.
El diagnóstico elaborado por la institución revela que Puebla aparece con mayor frecuencia en las rutas migratorias desde el año 2009, porque los migrantes que viajaban en tren comenzaron a bajarse sobre la vía que pasa atrás del mercado Hidalgo, para luego seguir su paso.
Dos mil espacios para migrantes en albergues
Los templos y albergues de la Arquidiócesis de Puebla, ubicados en la capital del estado y zona conurbada, cuentan con la posibilidad de recibir a más de dos mil migrantes para brindarles alimentos, un lugar para descansar y un baño.
Los templos que brindan apoyo a los migrantes en la capital son: la parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados, la parroquia de San Felipe Hueyotlipan, el templo de Nuestra Señora de la Asunción y el templo de San Juan de los Lagos.
ARP