El rezago educativo en cada familia y en cada alumno es diferente porque en algunos casos pudieron seguir con clases a distancia; sin embargo, en algunas viviendas, no se contó con los recursos para dar continuidad a los procesos de enseñanza aprendizaje. En general, en el estado de Puebla, el rezago educativo se acentuó tres años ante la pandemia de covid-19 que comenzó en marzo de 2020.
Francisco Rosillo Segura y Paulina Iturbide Fernández, investigadores en Profesionalización Docente de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), coincidieron en que, los mayores problemas educativos se presentaron en zonas de escasos recursos, donde fue complicado que los estudiantes tuvieran contacto con sus docentes.
El director de los Programas de Profesionalización Docente en la universidad poblana de carácter privado, Francisco Rosillo Segura, destacó que la educación a distancia, en todos los niveles presentó barreras, algunas pudieron superarse, pero en otras se mantuvieron durante las clases a distancia que comenzaron en abril de 2020.
“Los chicos tuvieron una gran cantidad de distractores, había ruido constante en la casa, había televisión, posiblemente, el mismo ruido de las faenas en casa. No lo podemos negar, estaban los videojuegos, estaba la música y, para los estudiantes, era muy fácil mantenerse con los distractores, incluso, con los juegos de los pequeños. Esto generó un rezago en los procesos de aprendizaje”, apuntó.
Rosillo Segura destacó que uno de los niveles en donde se están presentando más complicaciones es el nivel medio superior porque, en diferentes familias, los estudiantes tuvieron que dejar la escuela para incorporarse al mercado laboral.
Al mismo tiempo, en la Educación Media Superior, 65 por ciento de los docentes practican una profesión, es decir, su formación docente la van adquiriendo con la experiencia, razón por la cual existe un área de oportunidad para impactar positivamente en los estudiantes que regresaron a clases presenciales.
Actualmente, faltan indicadores específicos para conocer las áreas de oportunidad en el regreso a las clases presenciales; sin embargo, se puede detectar que los estudiantes se distraen con mayor facilidad, destacó el especialista.
Por su parte, Paulina Iturbide Fernández, investigadora del Decanato de Artes y Humanidades de la Upaep, comentó que en medio del regreso presencial a clases, las autoridades educativas, las escuelas y los docentes están llamado a reforzar estrategias para apoyar a aquellos estudiantes con más necesidades, entre ellos, los que viven en zonas de escasos recursos y los que padecen alguna discapacidad.
Destacó que para el cierre del presente ciclo escolar y para el próximo, es fundamental impulsar una educación inclusiva que responda a cada una de las necesidades y características que cada estudiante presenta, tanto en educación básica como media superior y superior.
“Es importante garantizar una participación plena y efectiva en las escuelas y en la sociedad ante una realidad tan compleja como en la que nos encontramos actualmente, explicó la especialista.
Para la investigadora, es momento de que todos los estudiantes sean escuchados y atendidos de manera digna y respetuosa, porque de esta manera se podrá atenderlos mejor y evitar que abandonen las escuelas; además, podrán continuar con los procesos de aprendizaje.
CHM