Una tienda de abarrotes, una panadería y un puesto de gorditas y quesadillas. ¿Qué tienen estos negocios en común? Todos han tenido algún impacto por la cuarentena del virus covid-19. Estos tres establecimientos han reportado pérdidas en relación con las ventas desde las últimas dos semanas, fecha en que se anunció la suspensión de clases en todas las escuelas del país y de actividades laborales en las oficinas.
Otro aspecto que tienen en común es que no pueden optar por cerrar estos establecimientos, pues representarían mayores afectaciones económicas que las que están registrando. Tal es el caso de Alondra, quien durante seis años ha preparado quesadillas en un puesto en el bulevar Francisco González Bocanegra:
“Sí quisiéramos, pero no se puede (cerrar). Sí lo necesitamos, es nuestra única fuente de dinero que tenemos”. explica Alondra, quien también mencionó que ella y su familia cuentan con servicio a domicilio, modalidad que les ha funcionado para, de alguna manera, aminorar la crisis económica que están enfrentando.
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No obstante, Jaime Navarro y su familia, que atienden una panadería que empezó su abuelo hace poco más de 20 años, no cuentan con un servicio a domicilio, por lo que las ventas de este negocio han empezado a verse afectadas desde hace dos semanas, cuando empezó la cuarentena.
En contraste con estos dos testimonios, surge uno que, en realidad, se ha visto favorecido por esta situación: Ingrid Mendoza. Desde hace dos meses, ha trabajado en un mini súper y ha visto cómo entra y sale mucha gente con productos de higiene y de despensa básica en sus manos.
A raíz de estas ventas, Ingrid ha sido testigo de cómo los estantes de este establecimiento se han quedado vacíos como producto estas compras de pánico, principalmente los pasillos en donde se exhiben alimentos no perecederos.
Sin embargo, la cuestión sigue manteniéndose: ¿qué pasará si deciden cerrar? Son muchas las familias que dependen de las ventas que se generan en este establecimiento, y sin las cuales dichas familias se verán afectadas.
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“Uno tiene que trabajar todos los días para sacar su salario, y si nos cierran el súper, obviamente nos va a afectar en ese aspecto con nuestro sueldo. No sabemos si el dueño decida pagarnos o no. No sabemos nada de eso porque no nos han comentado nada respecto a esta situación”, señala Ingrid.
Muchas personas han pregonado el mensaje que el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell anuncia en todas sus conferencias de prensa: Quédate en casa. Incluso, estas tres palabras se replican con sentimiento de coraje y molestia, considerando como irresponsables a todos los que están en las calles.
Como Alondra, Jaime e Ingrid, existen muchas personas más, que por más que quisieran seguir esa recomendación les resulta imposible, teniendo que trabajar para solventar sus gastos. Eso sí, manteniendo todas las medidas de higiene y prevención que se han comunicado hasta el cansancio.