La violencia económica es una problemática que se va arrastrando en el país desde los años 40, señaló el profesor de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de la Upaep, Anselmo Chávez Capó, quien destacó que esta no solo se da contra mujeres en las familias, sino también en los empleos.
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En entrevista con Multimedios Puebla, destacó que, de acuerdo con el reporte del INEGI de la “Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh)” cerca de 13 millones de mujeres en el país a lo largo de su vida han sufrido violencia económica.
Destacó que, si bien la violencia física deja rastros, la violencia económica marca la mente de las afectadas, o en su caso, afectados hablando del tema laboral.
“Esta violencia (económica) afecta tan fuerte a las personas que deja un psicológico, las agresiones físicas te marcan en el cuerpo, pero la económica te marca en la mente”.
Lamentó que en la actualidad se den casos de violencia económica que se daban en los años 40, ejemplificando que el marido llegaba a casa, y sentía los aparatos electrodomésticos para comprobar si se habían usado, mientras él no estaba, ya que al ser él quien pagaba los servicios.
“Puede darse de hombres a mujeres, no permitiéndoles desarrollándose, limitándolas de sus ingresos propios. Simplemente es el control de una persona a otra en sus ingresos, y su capacidad de movilidad social en el entorno económico”.
¿Qué es la Violencia Económica?
De acuerdo con la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (Lgamvlv), es toda acción u omisión de la persona agresora que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, así como la percepción de un salario menor por igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral.
Asimismo, la violencia económica, se reproduce en el ámbito familiar, siendo una forma de control en contra de las mujeres; se muestra a través de la agresión producida por la persona que ostenta el dominio económico, la manipulación para gestionar los gastos o la privación de recursos, lo que induce al aislamiento y la angustia por la satisfacción de las necesidades personales o familiares
En el ámbito laboral, sigue siendo un gran reto eliminar la brecha salarial entre mujeres y hombres. Se busca que las mujeres y los hombres reciban la misma remuneración por igual trabajo. Además, también puede manifestarse en la convivencia familiar y de pareja, cuando al tener una dependencia económica con el cónyuge o concubino, se impide tomar decisiones sobre la economía del hogar o cuando se exige dar cuenta a la pareja sobre los gastos, aun cuando la persona afectada gane sus propios recursos o asuman solas el cuidado y la manutención de los hijos e hijas.
El 28.3% de poblanas han sufrido violencia económica
De acuerdo con el reporte del Endireh 2021, en Puebla se estima que el 70.8 por ciento de las mujeres de 15 años o más, experimentaron algún tipo de violencia: psicológica, física, sexual, económica o patrimonial a lo largo de la vida y, 41 por ciento en los últimos 12 meses.
Para el caso de la violencia económica o patrimonial, el 28.3 por ciento de las mujeres han sufrido este tipo de agresión a lo largo de su vida, y el 16.4 por ciento en los últimos 12 meses. A nivel nacional, la entidad poblana se colocó en la onceava posición con más violencia económica experimentada por una mujer a lo largo de su vida.
Mientras, de acuerdo con el último reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), en el primer semestre de 2023, en Puebla se han registrado 177 casos de incumplimiento de obligaciones de asistencia familiar.
Dentro de la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de Puebla que se creó en 2007 y que se reformó en 2019, 2020 y 2023, se incluye penas para la violencia económica, y de acuerdo a la actualización más reciente del término señala cómo se puede ejercer y la forma como se ven afectadas las víctimas.
“Es toda acción u omisión que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, así como la percepción de un salario menor por igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral; también se considera como tal el incumplimiento de la obligación alimentaria”, señala la ley.
Por su parte, el Código Penal del Estado Libre y Soberano de Puebla señala sanciones generales contra la violencia en la familia que, entre otros aspectos, hace mención a la violencia económica y patrimonial:
“Se considera como violencia familiar la agresión física, moral o patrimonial de manera individual o reiterada que se ejercita en contra de un miembro de la familia por otro integrante de la misma, con la afectación a la integridad física o psicológica o de ambas, independientemente de que puedan producir afectación orgánica”, señala el documento.
CHM