Covid-19 deja varada a pareja de mexicanas en hotel de Argentina; anhelan regreso

El presidente argentino, Alberto Fernández, decretó un aislamiento obligatorio del 19 al 31 de marzo.

Ana Elena y María Cristina se encuentran en Argentina, confinadas por el coronavirus. (Especial)
Agustín Ceruse
Argentina /

Ana Elena y María Cristina, las hermanas Sánchez Pérez Verdía, van por el tercer hotel en solo diez días. Pero esta vez saben que es el último. La recepcionista ya les avisó: “El 28 cerramos”.

El avance del Covid-19 en la Argentina obligó al presidente de ese país, Alberto Fernández, a decretar el 19 de marzo el “aislamiento social, preventivo y obligatorio” hasta el 31 de marzo, lo que no es más que la cuarentena, y eso provocó una crisis turística.

Los hoteles, uno tras otro, cierran porque simplemente no hay turistas en las calles. Y si los hay son los que, para los argentinos temerosos, tienen el virus en su interior con ganas de saltar hacia un nuevo cuerpo para continuar hasta el infinito la línea de contagio.

Ana Elena está cansada, desde hace diez días se despierta y se duerme con la misma pregunta: ¿cuándo llegará nuestro avión? 

“Llegamos a Buenos Aires el 17 de marzo desde Uruguay. Esa noche, a las 23:03, teníamos vuelo de Aeroméxico, pero Aeroméxico lo canceló por el cierre de fronteras en la Argentina”, explicó la mujer de 75 años a MILENIO.

Por primera vez en la historia argentina, Fernández ordenó el cierre de las fronteras terrestres, marítimas y aéreas desde el 15 de marzo. 

“Lo hacemos porque el Covid-19 ya no viene sólo de Europa sino de otros países limítrofes”.

A eso le siguió la implementación de la cuarentena obligatoria hasta el 31 de marzo. Para esa fecha solo faltan cinco días, pero la pregunta que ‘contagia’ los grupos de WhatsApp de los cuarentenados, como si fuera el virus contra el que luchan, ya no es si el último día de marzo volverá todo a la normalidad sino hasta cuándo prorrogará el Presidente el “quedate en casa”.

Las hermanas Sánchez Pérez Verdía tienen su propia fecha límite: 28 de marzo. No la eligieron ellas sino los dueños del hotel.

“Primero fuimos al Hotel Naval, pues mi hermana estuvo casada con un aviador naval uruguayo -cuenta Ana Elena-. Nos trataron excelente, pero tuvimos que dejarlo porque lo cerraron por falta de huéspedes. Luego fuimos al Hotel Libertador, pero nos rechazaron porque no querían recibir extranjeros, y ahora estamos en Regal Pacific”.

El Regal Pacific tiene de todo: suite de primera categoría, terraza amplia, piscina al aire libre, health club y hasta servicio de sommelier bar lounge hasta la madrugada. Pero las hermanas no lo pueden disfrutar. Se las pasan, por la restricción gubernamental y el miedo empresarial, las 24 horas del día encerradas en la habitación.

El desayuno es todo un “operativo sanitario”. El camarero golpea la puerta, avisa la llegada del café con tostadas y de inmediato vuelve sobre sus pasos para mantener distancia. 

Cuando no hay “moros en la costa”, las hermanas abren la puerta para meter los alimentos y la cierran antes de que se escape el virus que no tienen, pero que la mirada extraña imagina con facilidad.

Ese juego de sombras terminará el 28 de marzo, sábado sin igual, cuando deberían cumplirse diez días de su vuelta a Guadalajara, su ciudad, su hogar. 

“Nos permiten quedarnos hasta ese día porque ya los tenemos pago, pero después cierran”. Pero para ese sábado prefieren no imaginar un domingo. No saben cómo sería.

Lo que sí imaginan, o intentan conseguir, es que la promesa de Andrés Manuel López Obrador se cumpla: “Estamos esperando los aviones que dijo AMLO en la mañana”.

“Esperamos que sea rápido”, agregan las hermanas temiendo que sea después del 28 de marzo.

El Presidente anunció en la mañanera: “Hoy di la instrucción a la Fuerza Aérea de usar los aviones para traer a mexicanos desde la Argentina, con todo el cuidado sanitario, y de llevar a argentinos hacia allá”.

“Hay gente que pedía -reveló- que siguiéramos la misma medida de los Estados Unidos de cerrar todos los vuelos, pero dijimos que no porque primero tenemos que traer a los paisanos que están afuera”. En la Argentina hay justamente 200 compatriotas varados.

Ana Elena y María Cristina son, con 75 años y 83 años, las más grandes de aquellos. Por eso grabaron un video implorando simplemente por volver a casa.

“Somos 200 desesperados. Manden ya un avión por nosotros para volver a casa. La comida se está acabando. Nos echan ya. México, ayúdanos, estamos esperando tu ayuda”.

Mientras caía la noche en Buenos Aires, el canciller de México, Marcelo Ebrard, prometía en las redes sociales que mañana sería mejor: “Habrá llamada de los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Alberto Fernández”.

Ana Elena y María Cristina, cansadas por la incertidumbre, se durmieron con la misma duda que con la que se despertaron: “¿cuándo llegará nuestro avión?”.

kvd

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