Luego de que el gobierno de Estados Unidos anunció un paquete económico de 310 millones de dólares para combatir las causas de la migración en Centroamérica, la secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aplaudió la medida.
“Desde la SRE celebramos el paquete de ayuda humanitaria para los países del norte de Centroamérica que anunció la vicepresidenta Kamala Harris. La cooperación y la solidaridad son el camino correcto para atender las causas de raíz de la migración”, sostuvo la cancillería a través de redes sociales.
La vicepresidenta Kamala Harris informó que Estados Unidos entregará 310 millones de dólares adicionales en ayuda a Centroamérica luego de una reunión virtual con el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, el lunes, mientras ambos países acordaron trabajar juntos para controlar la migración.
El presidente Joe Biden, quien se ha alejado del enfoque migratorio de línea dura de su predecesor Donald Trump, le dio a Harris el trabajo de liderar los esfuerzos de Estados Unidos con México y los países del llamado Triángulo del Norte -El Salvador, Guatemala y Honduras- para evitar que los migrantes crucen a Estados Unidos.
"Queremos trabajar con usted (...) de una manera que le brinde esperanza al pueblo de Guatemala, que habrá una oportunidad para ellos si se quedan en casa", dijo Harris y añadió que visitará la región en junio.
El anuncio de apoyo adicional para combatir la inseguridad alimentaria y abonar en ayuda humanitaria en la región se da, según un comunicado del gobierno estadunidense, “a la luz de la terrible situación y el agudo sufrimiento que enfrentan millones de personas en El Salvador, Guatemala y Honduras”.
Según lo informado desde Washington, de los 310 millones de dólares de ayudas anunciadas este lunes, 255 millones serán destinados como ayuda humanitaria y el resto, es decir 55 millones, se etiquetarán como un fondo de asistencia para abordar la inseguridad alimentaria.
De los 255 millones de dólares para asistencia humanitaria, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) proporcionará 125 millones que se utilizarán “para mitigar el impacto de la sequía recurrente, la escasez de alimentos y la pandemia de covid-19 en curso”.
Dichos fondos proporcionarán asistencia alimentaria de emergencia, mejorarán los medios de vida y brindarán protección a las personas más vulnerables en el llamado Triángulo del Norte.
Otros 104 millones de dólares serán proporcionados por el Departamento de Estado con la intención de satisfacer las necesidades inmediatas de seguridad y protección de refugiados, solicitantes de asilo, desplazados internos y otras poblaciones vulnerables de la región. Muchos de los cuales han sido obligados a permanecer en México en lo que se resuelve su situación legal.
El resto de la etiqueta de asistencia humanitaria, 26 millones de dólares, será provista por el Departamento de Defensa que busca aumentar sus actividades de asociación en la región para “brindar servicios esenciales de salud, educación y asistencia en casos de desastre”.
Por su parte, los 55 millones de dólares para abordar la inseguridad alimentaria se dividirán en dos fondos ambos absorbidos por el Departamento de Agricultura que proporcionará 25 millones para fortalecer el sector agrícola de Guatemala y facilitar el acceso al financiamiento que permitirá a los agricultores de ese país reconstruir sus medios de vida.
Los otros 30 millones de dólares restantes, que serán provistos por el Departamento de Agricultura, llegarán a Guatemala y Honduras, para “expandir inmediatamente el acceso a las comidas diarias y actividades de alfabetización para los niños en edad escolar”, según lo anunciado por la Casa Blanca.
La decisión comunicada por la vicepresidente Kamala Harris se da en las vísperas de la reunión que sostendrá con el presidente Andrés Manuel López Obrador y el canciller Marcelo Ebrard, el viernes 7 de mayo, para hablar justamente de las causas de la migración en la región norte de Centroamérica y sur de México y cómo abatirlas.
JLMR