El comisionado del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, supervisó el desalojo de las personas que acampaban en la plaza Giordano Bruno, en la colonia Juárez de la Ciudad de México, donde felicitó al personal migratorio y se mostró molesto porque la capital sea considerada una ciudad santuario.
Aunque el operativo inició antes de las 21:00 horas del miércoles, fue hasta pasada la medianoche que llegó al lugar el funcionario federal, quien está vinculado a proceso por ejercicio indebido del servicio público debido a la muerte de 40 migrantes en el incendio de Ciudad Juárez, Chihuahua, el 27 de marzo de 2023.
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A su llegada, rodeado de decenas de agentes migratorios, le reclamaron a gritos que ya van más de cinco meses sin que se entreguen tarjetas de residencia temporal y otros documentos migratorios.
“Ya están reclamando que llevan cinco meses sin que les den los documentos. ¿Qué hacemos?”, preguntó Garduño a una funcionaria sin identificar.
–Pues hay que dar los documentos –le respondieron.
“Sí, ¿pero aquí?, ¿aquí vamos a traer las computadoras y vamos a hacer…? (..) No, y luego el gobierno de la Ciudad de México que dice que la Ciudad de México es santuario de la migración”, atajó el titular, con una mueca a modo de desaprobación.
Ayer por la noche, agentes del INM desalojaron a los migrantes que mantenían un campamento en la plaza Giordano Bruno.
Adultos, niños, niñas y familias completas fueron transportados en camiones, sin que se les notificara el destino. Según integrantes del Programa de Asuntos Migratorios de la Ibero (PRAMI), que presenciaron el operativo, las personas fueron llevadas a Tlaxcala, Puebla y Morelos, con la promesa de darles documentos de estancia legal en México.
Además, denunciaron que a las personas no se les dio la oportunidad de permanecer en la capital y el mismo operativo habría sido coordinado entre el INM, la Guardia Nacional y el gobierno capitalino.
LP