María Conchita Alonso y la comida callejera me vuelven loco: Cruz Pérez Cuéllar

Entrevista | Lado B

El senador nacido en Chihuahua dice que tras abandonar el PAN viaja más ligero; disfruta de las gastronomías china y mexicana, y considera que ‘El Padrino’ es una obra maestra.

“No soy un santo, soy un pecador estándar”. (Especial)
Norma Ponce
Chihuahua /

El senador por Morena, Cruz Pérez Cuéllar (Ciudad Juárez, 1969), dice haber encontrado el balance entre su vida personal y la política. Asegura que es feliz y ya “camina ligero” después de sanar pérdidas y eliminar toxicidades que lo hicieron tocar fondo entre 2011 y 2012.

Preside la Comisión Bicamaral de Televisión del Congreso, es también secretario de la Comisión de Estudios Legislativos del Senado e integrante de las comisiones de Comunicaciones y Transportes, Justicia, Energía, Estudios Legislativos y Turismo, además de que le fascina ir a la montaña, así como la comida callejera desde muy joven.

¿Qué prefiere, la playa o la montaña?

Salgo de vacaciones con la familia a la playa, aunque prefiero la montaña.

¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?

Leer, caminar, ir al cine y jugar con mi hija Regina, de dos años. De alguna manera ella ha ido llenando esos espacios. También me gusta ver películas históricas, de drama, acción y comedia, menos las de terror. Mi actor favorito es Al Pacino por su estilo, y la trilogía de El Padrino es mi favorita.

En Netflix he visto: Billionaires, Suits, Scandal, y la del Chapo. Ahorita estoy viendo Bolívar.

¿A quién admira?

Todos los personajes que admiramos o que odiamos tienen luces y sombras. Todos somos humanos, pero hemos cometido el error de satanizar a algunos y endiosar a otros. Admiro a Pancho Villa, por su arrojo y valentía; Manuel Gómez Morín, porque construyó instituciones, es un personaje admirable y, además, chihuahuense.

¿Qué está leyendo?

Sin filias, ni fobias, de Santiago Nieto, ya lo llevo a la mitad y está muy bueno porque narra historias del sexenio de Peña Nieto. El autor hoy es el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, y Pancho Villa, de Paco Ignacio.

¿Tiene un amor platónico?

De chiquito María Conchita Alonso, la veía y me volvía loco.

¿Qué música escucha?

Soy universal: Vicente y Alejandro Fernández, Luis Miguel, Gloria Trevi y de más chavo el rock en inglés. Hace como 30 años fui a un concierto de Scorpions, en El Paso; también me gusta Bon Jovi, Queen, Rolling Stones, Iron Maiden y Def Leppard.

¿Cuál es su impresión de la masacre en El Paso?

Juárez, El Paso y Las Cruces son una comunidad. Mis hermanos, mis papás y muchos primos están en Juárez, pero también tengo mucha familia en El Paso, Texas.

Es una tragedia terrible, dolorosísima. Es una clara muestra de que el discurso de odio sí rinde frutos, pero da pésimos resultados. Creo que lo sucedido puede afectar en la reelección de Trump, aunque falta tiempo, porque se ve que hay una tendencia. ¿En qué momento pasamos de tener una filosofía como la de John Lennon, donde todo era amor, al extremo del odio, del racismo y del materialismo? De querer tener y tener a costa de lo que sea y atropellar a quien sea para tener más y no viajar ligero.

¿De qué ha prescindido en su vida para caminar más ligero?

Renunciar al PAN a principios de 2015. Fui durante 27 años panista y presidente estatal dos veces, pero llegó un momento de pleitos permanentes; era una guerra fratricida donde me golpeaban y atacaban. A pesar de una militancia de tantos años, me sentí liberado y caminé mucho más ligero.

¿Cómo define su política?

Siempre me he considerado un político distinto, directo, franco. Así he sido siempre y eso me ha generado muchas broncas, aunque me tiene muy satisfecho y tranquilo. Sin simulaciones y sin poses.

¿Goza de algún superpoder?

Sentido común.

¿Cuándo fue la última vez que lloró?

Ay, canijo. En 2011 falleció mi pareja y luego en 2012 gané la senaduría y me la arrebataron y empezaron los problemas políticos y años muy difíciles.

¿Cuál es la clave para tener un balance?

Soy muy afortunado porque he cumplido bien en el Senado, no falto y los fines de semana recorro el estado de Chihuahua con el apoyo de mi esposa. Nos acoplamos muy bien y vamos a los municipios.

¿Tiene algún ritual?

Soy un pecador estándar, pero hago mucha oración. Le pido a Dios con todos mis defectos, pero no soy un santo.

¿Cuál son su trago y comida favoritos?

Soy tequilero a morir. La comida china y mexicana son mis favoritas y prefiero más lo dulce que lo salado. No extraño la comida norteña porque vengo cada fin de semana. Cuando voy a Juárez me paro en Villa Ahumada y pido de bistec con rajas. Desde chavo me gusta la comida callejera.

¿Tiene algún viaje pendiente?

Quiero conocer a China por cómo se transformaron en la primera economía del mundo. Me da mucha curiosidad esa transición; además quiero conocer la Muralla.

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