Tan solo en ocho años, de 2015 a 2022, se registraron en México 27 mil 133 asesinatos de mujeres y niñas, de los cuales 6 mil 689 (25 por ciento) fueron clasificados como feminicidios y 20 mil 444 (75 por ciento) como homicidios intencionales.
De acuerdo con un estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado, siete entidades federativas concentraron la mitad de esos crímenes (49 por ciento), siendo las más peligrosas el Estado México (14 por ciento), Guanajuato (7.6 por ciento), Jalisco (6.5 por ciento), Michoacán (6.1 por ciento), Chihuahua (5.7 por ciento), Veracruz (4.6 por ciento) y Zacatecas (4.5 por ciento).
La investigación titulada “Feminicidios y homicidios intencionales de niñas y adolescentes en México”, elaborada por la investigadora Irma Kánter Coronel, detalla que 80 por ciento de los asesinatos fueron perpetrados contra mujeres de 18 años y más.
En contraste, los años más violentos para las menores de 18 años fueron 2020 y 2021, pues, en plena pandemia de covid-19, por lo menos 115 niñas y 111 adolescentes fueron asesinadas por razones de género, en muchos casos por alguien de su propia de su familia o entorno cercano.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 64.6 por ciento de los feminicidios de niñas y adolescentes registrados entre 2015-2022 se utilizó un elemento distinto a un arma blanca o arma de fuego.
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En 5.2 por ciento de los casos, el feminicidio se cometió con un arma blanca, es decir, un cuchillo, navaja u otro elemento filoso, mientras en 13.6 por ciento de los casos se utilizó un arma de fuego.
En lo que respecta a los homicidios intencionales de niñas y adolescentes, en 59 por ciento de los casos fueron cometidos con arma de fuego; en 31.3 por ciento de los casos se utilizó otro elemento y 7.5 por ciento de las víctimas se les privó de la vida con un arma blanca.