Para enfrentar la crisis generada por el covid-19 el gobierno aplicará con “mayor rigor” las medidas de austeridad entre mandos medios y superiores de la burocracia e intensificará la enajenación de bienes al crimen organizado, además de que no se contratará nueva deuda pública, informó ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante el primer informe trimestral de su segundo año de gobierno, el mandatario anunció —solo, desde un atril— que, como parte del plan de recuperación económica, la semana próxima dará a conocer a detalle el programa de infraestructura energética, el cual tendrá inversión pública, privada y social de 339 mil millones de pesos, porque “en esta crisis, subrayo, transitoria, a cada quien le toca hacer su parte”.
Entre las medidas anunciadas por el jefe del Ejecutivo está la creación de 2 millones de empleos durante los próximos nueve meses.
Para lograrlo, informó que se van a invertir 25 mil millones de pesos adicionales para instalar agua potable, drenaje, pavimento y mejoramiento de vivienda en zonas marginadas de 50 municipios del país. Se ampliarán 200 mil espacios en el programa Sembrando Vida y se busca contratar a 31 mil elementos para las fuerzas armadas y 45 mil médicos y enfermeras.
Además, comentó que se inició la modernización y ampliación del Ferrocarril del Istmo y de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, lo que va a generar 7 mil 300 empleos. También este año el Tren Maya, con cinco tramos en obra, generará 80 mil empleos, entre otros.
El Presidente enumeró otras medias como la entrega de apoyos directos a 190 mil pescadores, entrega de recursos a 31 mil escuelas de comunidades pobres. Además, se dispondrá de un fondo de 35 mil millones de pesos del Issste para entregar créditos personales, que van de 20 mil a 56 mil pesos por crédito para 670 mil trabajadores.
De igual forma, se darán 2 millones 100 mil créditos personales de vivienda y para pequeñas empresas familiares del sector formal e informal de la economía.
“Aun con la depreciación del peso, estimada en 23 por ciento en lo que va de nuestro gobierno por esta crisis del coronavirus y los efectos en la economía mundial, a pesar de todo, estamos haciendo hasta lo imposible para mantener el compromiso de no aumentar la deuda pública”, puntualizó en el Patio de Honor de Palacio Nacional.
En cuanto a las medidas de austeridad, López Obrador detalló que se eliminarán los aguinaldos de los funcionarios, desde el Presidente hasta los subdirectores, se bajarán los sueldos de los altos funcionarios, se reducirán los gastos de publicidad del gobierno, la partida de viáticos, los gastos de operación y se ahorrará más en compras a proveedores y en los costos de las obras públicas que se contratan con empresas constructoras o de servicios.
López Obrador aseguró que este plan de recuperación no se ajusta al modelo neoliberal, porque ya se rompió el molde de aplicar las llamadas medidas contracíclicas que solo profundizaban la desigualdad.
“Contratar más créditos, rescatar a grandes empresas y bancos, convertir deudas privadas de unos pocos en deuda pública, establecer privilegios fiscales, aumentar precios de combustibles y de los servicios públicos, disminuir salarios, despedir a trabajadores, eliminar o reducir la seguridad social. Ahora ya no va a ser así, ya no es de esa forma, ya no se van a aplicar esas recetas”, agregó.
En cambio, aseguró que la fórmula de su gobierno para remontar la “crisis transitoria” es la suma de mayor inversión pública, empleo y austeridad. “Nada nos hará regresar al pasado”.
“Para financiar este plan sin aumentar impuestos ni gasolinazos, se recurrirá a utilizar los ahorros del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios y los recursos que se mantenían guardados en fideicomisos. También nos apoyaremos en la banca de desarrollo, pero sobre todo se seguirá con la misma política de liberar recursos, porque continuará incluso con mayor rigor el plan de austeridad republicana”, apuntó.
“Esta crisis es pasajera, Pronto regresará la normalidad, venceremos al coronavirus, reactivaremos la economía y México seguirá de pie”, apuntó.
Tras el mensaje, el peso se hunde
Luego del mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador, el tipo de cambio volvió a sacudirse, reflejando una nueva depreciación del peso frente al dólar. A las 10 de la noche de ayer, el billete verde se cotizó en 25.71 pesos
Hace un mes el dólar se cotizaba en 19 pesos y 84 centavos, es decir que en los últimos 30 días el peso se ha depreciado 5 pesos y 44 centavos, algo superior a 20 por ciento.