Desde antes de poner un pie dentro de las instalaciones de la Asociación México Japonesa del Noreste emerge la sensación de vivir un cambio cultural con solo cruzar una puerta.
Esto luego de que antes del ingreso se te solicita amablemente despojarte de tu calzado de calle, colocarlo en un armario y ponerte unas pantuflas negras.
Adentro, y con la guía de Shinji Hirai, director de la Asociación, el aroma es diferente y con él inicia un viaje, un recorrido breve por la historia de Japón en la ciudad y el país, mismo que está plasmado en añejas imágenes detrás del cristal.
Sin duda, los vestuarios llaman la atención, así como el nombre de cada salón donde imparten sus clases o talleres a los regios y japoneses, e hijos de oriundos del país asiático, que son parte de esta nueva historia.
La sala grande donde está el altar sintoísta se llama kyoto, y hay otras salas con los nombres de regiones, lugares y puerto de Japón, como Saga, Toyama, Gifu, Fukuoka, Kobe, Tokio y Osaka.
En esta nueva ubicación, en la avenida Hidalgo 2722 poniente, cerca del Obispado, donde antes era una pastelería, la Asociación llega en este 2023 a sus 15 años de brindar atención en Monterrey y el noreste de México.
“Desde 2008 hemos realizado muchas actividades, primero clases de idioma japonés de nivel básico, ahora estamos enseñando también de nivel intermedio e intensivo, también clase de origami , shodo, caligrafía japonesa, y manga, dibujos con toque japonés.
“También tenemos karate, aikido, la cocina japonesa y también enseñamos español a los japoneses recién llegados”, detalló.
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Tanabata, Obon y Mochitsuki
De igual forma, explicó el investigador, en la Asociación se reúnen los nikkei (término que designa a los emigrantes japoneses y sus descendientes), y a ellos, agregó, les ha dado clase de historia de la migración japonesa en México.
Para que con ello los descendientes conocieran los contextos históricos de la llegada de sus ancestros al país.
Sin duda que dentro de los platillos especiales de esta experiencia se encuentran los festivales o fiestas que realizan durante el año como el Festival Tanabata en verano, el Obon, cuando se realiza la ceremonia budista para honrar a difuntos en el mes de agosto.
Y el Mochitsuki, una tradición japonesa de preparar mochi, pastel de arroz glutinoso en el Año Nuevo.
“En Tanabata se cree que el 7 de julio se reúnen los novios que estaban separados por el río de las estrellas, pero esa fecha se pueden encontrar una vez al año, nosotros llevamos siete años celebrando ese festival y el año pasado tuvimos más de mil participantes.
“Obon es Día de Muertos, una ceremonia budista que se celebra en agosto, y el año pasado hicimos la primera ceremonia Obon en Monterrey; y en enero celebramos Año Nuevo con la preparación de mochi”, compartió.
Shinji Hirai enfatizó que la intención de la Asociación es que los asistentes del país aprendan, además del idioma, las costumbres de Japón.
Personajes de manga, anime y videojuegos como Mario Bros, Goku, Picachú sus “embajadores culturales”.
“Gracias a esas obras de subcultura japonesa en el mundo hay mucha gente interesada en nuestro país y eso nos facilita tener buenas relaciones”.