Datos oficiales muestran que en México hay poco más de 2 millones 200 mil establecimientos que pertenecen al sector comercio, de los cuales, cerca de un millón pertenecen a las tienditas de abarrotes.
Asimismo, en los Censos Económicos 2019, realizados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se indica que del trabajo de las tienditas dependen 2.5 millones de familias cada una.
Además, de cada 10 que se ven por la ciudad, 6 son atendidas por mujeres; sin embargo, más de la mitad de las tienditas han visto reducidas sus ventas por la emergencia sanitaria, poniendo riesgo sus operaciones.
Frente a esta situación, la industria privada y diversas cámaras han unido esfuerzos para contribuir al aumento de sus ventas e ingresos, además de su seguridad y la de sus clientes.
Ejemplo de ello ha sido la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC), que desde el inicio de la pandemia por covid-19, en conjunto con otras empresas aliadas, han realizado distintas acciones en favor de las tienditas. Una de ellas es Mi tienda segura, iniciativa a la que se sumaron Kellogg, Mars, Mondelēz y PepsiCo, quienes de la mano de Coparmex y Concanaco, crearon un movimiento que busca promover a los pequeños comercios. Para ello impulsaron esfuerzos de comunicación y de acciones en punto de venta, como la instalación de 50 mil mamparas de protección, además de compartir con los tenderos herramientas para que puedan cumplir con las medidas de salubridad.
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Para continuar con esta labor, la IMCC ha diseñado una estrategia para apoyar e impulsar la venta de las tienditas y pequeños comercios, mediante cinco principales líneas de acción:
1. Seguridad para todos. Por medio de la entrega de elementos de protección para los tenderos, sus consumidores y proveedores, como kits sanitizantes, caretas, y mamparas acrílicas, así como recomendaciones de cuidado e ideas prácticas para mantener abierto su negocio.
2. Reconocer el valor del canal tradicional. A través de un movimiento que promueva el consumo en negocios locales o de barrio.
3. Apoyo a su continuidad. Mediante iniciativas para mantener el flujo de caja y capital de trabajo para operar.
4. Incentivar el tráfico del canal. Haciendo más atractiva la compra en tienditas, facilitando la disponibilidad de productos de acuerdo con las necesidades de las personas, e impulsando mejores prácticas para el punto de venta.
5. Modernización. Para la adopción de soluciones digitales de las tienditas y pequeños comercios que impulsen el desarrollo de nuevas capacidades como entrega a domicilio y pagos con tarjeta.
Como parte de sus esfuerzos destaca su trabajo de la mano con PetStar – la planta de reciclaje más grande del mundo ubicada en Mexico y que forma parte de la IMCC- para la donación de 212 mil caretas creadas a partir de un millón de botellas de PET recicladas; un porcentaje de ellas ha sido entregado a la fuerza de ventas y tenderos del país para su protección. Además, en más de 25 mil tienditas se ha instalado la nueva “ventana” de atención, la cual simula una ventanilla de un banco con un espacio pequeño en la parte inferior para realizar la transacción del dinero.
Y es que, como diría, Luis Inchaustegui, director del Instituto de Investigaciones Sociales, las tienditas de abarrote están en todos lados: “es el lugar de compra más próximo a las familias de México, son la casa de junto o el vecino de enfrente. Las tienditas le dan sentido a la comunidad, identidad y cohesión al barrio; es el punto de reunión de la colonia”.
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RRR