El gobernador de Texas, Greg Abbott, nombró al Cártel de Sinaloa y al CJNG como organizaciones terroristas, pero la idea de denominarlos nació a partir de la administración de Donald Trump tras la matanza a la familia LeBarón.

El grupo delictivo Nueva Alianza extorsiona a operadores del transporte público bajo amenazas de muerte.

Nueva Alianza ejerce un alto grado de violencia; se dedica principalmente a la extorsión, narcomenudeo, secuestro, robo, homicidio e invasión de predios.

Trabajaban para Enrique Alejandro Pizano Jiménez, El Anestesia o El Sacristán, hombre de confianza del capo Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México revela que a pesar de que la lucha por el trasiego de drogas, extorsión y secuestro, se mantiene acaparada por ambos grupos delictivos.

El gobierno federal dio a conocer la identidad de los hombres relacionados en el ataque armado; ambos formaron parte de otros cárteles.

El subsecretario de Seguridad detalló que se detectó como posible móvil una diferencia de intereses personales y familiares entre líderes de dos grupos.

El Presidente recordó que este tipo de organizaciones surgieron en el 2006, cuando se les declaró la guerra.

El Presidente hizo hincapié en que la liberación de este presunto delincuente se realizara en la madrugada "eso sigue sucediendo, se avanza pero falta".

Las autoridades estadunidenses detallaron que actualmente el Cártel Jalisco Nueva Generación usa Puerto Vallarta como base de operaciones para planear actividades criminales.