En los comicios, que se celebrará el 7 de octubre próximo, Lula da Silva, que se encuentra cumpliendo una condena de 12 años por corrupción, obtendría 37.3 por ciento de los votos contra 18.8 por ciento del ex militar y diputado, Jair Bolsonaro.

La fiscal general, Raquel Dodge, presentó la objeción al considerar que el ex presidente "no es elegible" porque fue condenado por corrupción en segunda instancia.

Pese a que purga una pena de prisión de 12 años por cargos de corrupción, el ex presidente brasileño fue inscrito como candidato presidencial "en nombre del pueblo brasileño" para las elecciones del 7 de octubre próximo.

El pontífice manifestó su preocupación por la situación del ex presidente brasileño, preso por corrupción, y por los "golpes de guante blanco", según dijo en Roma el ex canciller brasileño Celson Amorín, tras una reunión con el Papa.

El presidente del Tribunal Superior Electoral, Luiz Fux, aseguró que un candidato condenado en segunda instancia está inhabilitado, en una referencia a la situación del ex presidente, encarcelado por corrupción pero líder en sondeos electorales.

La orden establece la suspensión de la ejecución provisional de la pena y la liberación inmediata del ex presidente, preso desde el 7 de abril por corrupción pasiva.

Un tribunal de Sao Paulo restituyó los beneficios que le corresponden como ex jefe de Estado, informó su abogado.

El juez ordenó que el ex mandatario, que ingresó en prisión el 7 de abril, pierda todos los beneficios atribuidos, entre los que se cuentan miembros de seguridad, autos, chofer y asesores.

El departamento de tres plantas del ex presidente brasileño, preso desde abril pasado, fue subastado por 2.2 millones de reales, unos 606 mil 400 dólares.

El Partido de los Trabajadores denunció el ataque ocurrido esta madrugada en Curitiba, a las afueras del lugar donde se encuentra encarcelado el ex presidente de Brasil.