En la obra de este pintor perteneciente a la generación de la ruptura hay atisbos de alfabetos, letras y caligrafías que apuntalan la originalidad de su arte.

El fuerte “simbolismo” de sus imágenes y la elaborada necesidad de sus visiones lo hacían un extraño en la nueva estética de la espontaneidad y la poesía en derivación hacia la prosa.

Entrelazando narrativa, la poesía y la filosofía, el genio de Octavio Paz se une a la misma tradición literaria que T.S. Eliot y James Joyce.

La lectura progresiva de 'Ulises0, de Joyce, debió empujar a T.S. Eliot a la multiplicación de referencias y símbolos en la nueva pieza.

La llaneza y lucidez de Zaid, su increíble síntesis de lo interior y lo exterior, nos llevan de forma irremediable a lo plural.

La exposición 'Sólo lo maravilloso es bello', exhibida en el Museo del Palacio de Bellas Artes, exploró la relación que México tiene con el movimiento surrealista.

Sus letras poseen una claridad casi perdida, como tantas cosas más, en los tiempos de la literatura pragmática y solícita.

Atrapándonos con su realismo, la obra del pintor, exhibida en el Museo de Arte Moderno, nos incita a descubrir la creación de una imagen del mundo.

Su reaparición bajo el nombre Las crónicas de Excalibur nos conduce a la pregunta: ¿qué es lo que tanto nos atrapa de esta leyenda?

En la obra de este poeta no hay excesos gráficos, acumulaciones desmesuradas o saltos inexplicables en la composición.